¿Sabías que las vacunas pueden hacer mucho más que protegernos de enfermedades?

Recientes investigaciones revelan un inesperado beneficio de las vacunas: un estudio acaba de determinar que los adultos mayores vacunados contra el herpes zóster tienen un 20% menos riesgo de desarrollar Alzheimer. Este no es un fenómeno aislado; a lo largo del tiempo, se han descubierto múltiples efectos secundarios positivos de las vacunas.

Más que solo inmunidad: Efectos sorprendentes

Existen vacunas que no solo protegen, sino que también aportan beneficios adicionales como efectos cardioprotectores o neuroprotectores. Gracias a la colaboración de Federico Martinón Torres, experto en vacunas y pediatra, se ha puesto de manifiesto el enorme interés que existe actualmente en la investigación sobre estos efectos positivos.

El reciente estudio publicado en la revista Nature sugiere que la vacunación contra el herpes zóster puede reducir el riesgo de demencia durante un periodo de seguimiento de siete años, un efecto que parece ser más notable en mujeres. Esto implica que la vacuna podría tener un efecto dual: prevenir la reactivación del virus y mejorar la respuesta inmune.

La lucha contra las resistencias antibacterianas

Martinón destaca cómo algunas vacunas pueden ayudar a combatir resistencias antibacterianas. Por ejemplo, la vacuna contra el neumococo no solo previene infecciones, sino que también combate la resistencia a los antibióticos. Además, hay evidencia de que la vacuna de la gripe puede reducir el riesgo de infarto de miocardio en un 40%.

Efectos cruzados y beneficios inesperados

Algunas vacunas, como la del meningococo B, generan lo que se conoce como 'protección cruzada' contra infecciones como la gonorrea, gracias a similitudes en los antígenos. También existen propiedades heterólogas de las vacunas, donde se han observado beneficios en enfermedades no directamente relacionadas con la enfermedad que se está vacunando.

El asombroso caso de la BCG

Un ejemplo destacado es la vacuna BCG, utilizada para la tuberculosis. Estudiosos han encontrado que, además de prevenir esta enfermedad, reduce la mortalidad por otras causas en la infancia. Un estudio reciente en España demostró que la vacunación a gran escala con BCG disminuyó el riesgo de infecciones graves en niños.

Entrenando el sistema inmune

Martinón explica que la vacuna BCG 'entrena' el sistema inmune, como si uno se preparara para una maratón. Este 'entrenamiento' ayuda a afrontar otros tipos de infecciones de manera más efectiva. La BCG no solo es una esperanza en la lucha contra la tuberculosis, sino que también se investiga su uso en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer.

Impacto positivo en la salud pública

Los beneficios de las vacunas son mucho más amplios de lo que se pensaba. Desde mejorar el control glucémico en diabéticos hasta disminuir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Martinón concluye que las vacunas siguen demostrando ser una herramienta invaluable en la salud pública.

La importancia de la vacunación en mayores

La pandemia de COVID-19 nos ha recordado que la vacunación es vital para todas las edades. En mayores, se convierte en un arma eficaz para combatir la inmunosenescencia, el desgaste del sistema inmunitario con la edad. Sin embargo, es importante aclarar que en Galicia, la vacuna del herpes zóster utilizada no es la misma que se estudió en el artículo de Nature.

Así que, la próxima vez que pienses en las vacunas, recuerda que no solo son una barrera contra enfermedades, sino un regalo de salud que sigue dando mucho más.