Este miércoles, miles de veterinarios de toda España se concentraron frente a las sedes de las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno en una fuerte protesta contra la reciente legislación que limita su capacidad de actuación profesional. Organizada por VetsUnidos, VetWarriors, la Confederación Empresarial Veterinaria Española (Ceve), el Consejo Nacional de Estudiantes de Veterinaria (Conevet) y la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (Fesvet), esta convocatoria tuvo lugar de 10 a 12 horas de forma simultánea en todo el país.

Los protestantes expresan que el Real Decreto 666/2023, entre otras normativas, significa un retroceso significativo en sus competencias, lo que compromete no solo la calidad de la atención veterinaria, sino también la sanidad animal, la salud pública y la seguridad alimentaria en todo el territorio nacional.

En su comunicado, advierten: "Estamos en un momento crucial para el futuro de nuestra profesión. No permitiremos que decisiones políticas destruyan años de esfuerzo, formación y dedicación". Hacen un llamado a la unidad del sector y piden el apoyo de la ciudadanía para reconocer el papel esencial que desempeñan los veterinarios en la sociedad.

Durante estas manifestaciones, algunos veterinarios en Barcelona se ataron las manos en señal de protesta, enfatizando que el Real Decreto 666/2023 no solo les criminaliza por ejercer su vocación, sino que también los expone a multas y, en el peor de los casos, a penas de prisión simplemente por seguir su criterio clínico.

Es importante destacar que esta movilización no es simplemente por el interés de los profesionales, sino que también busca garantizar una atención adecuada para los animales y, por ende, para la salud de la población. La comunidad veterinaria hace un llamado urgente a los ciudadanos para que se unan a esta causa; después de todo, si el cuidado de nuestros más fieles amigos se convierte en un delito, ¿qué será de nuestra sociedad?