La reciente ruptura entre Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel ha dejado al descubierto tensiones internas en La Libertad Avanza, el partido gobernante. Milei, visiblemente descontento con la actitud de Villarruel y su supuesta cercanía a la "casta", lanzó críticas sorpresivas durante un programa de televisión, lo que ha dejado a la vicepresidenta perpleja y marginada de las decisiones clave de la administración.

Aunque en este momento Villarruel prefiere actuar con precaución y tratar de disminuir el conflicto institucional, no hay indicios de que planee distanciarse completamente de la gestión de Milei. Según fuentes cercanas, su intención es mantenerse en el gobierno y trabajar por el bienestar del país, incluso después de las acusaciones del presidente.

A pesar de la incomodidad resultante, quienes están alrededor de Villarruel aseguran que ella no busca una ruptura, sino que se siente parte del gobierno. A medida que la situación evoluciona, se han activado esfuerzos para acercar a ambos líderes, ya que consideran que todos perderían en un conflicto abierto. Su próximo objetivo sería ver cómo se resuelve esta problemática en el corto plazo.

La situación ha generado incertidumbre sobre el futuro político de Villarruel, especialmente en el contexto de las elecciones legislativas de 2025. Algunos rumores apuntan a que estaba preparando su desafilicación del Partido Demócrata con la intención de colaborar más estrechamente con la administración Milei. No obstante, la ruptura con el presidente ha complicado estas aspiraciones.

En la provincia de Buenos Aires, su territorio político, Villarruel se ha visto excluida de las decisiones estratégicas que impulsa su rival político Sebastián Pareja, cercano a Karina Milei, y ha perdido influencia en agrupaciones alineadas con el oficialismo. A pesar de los rumores que sugieren que podría estar formando un espacio político propio, sus allegados lo niegan, afirmando que su enfoque sigue siendo apoyar al gobierno y evitar conflictos innecesarios.

On el deterioro evidente de la relación con Milei, ha surgido preocupación entre sus colaboradores sobre su futuro político. La situación ha tomado un giro complejo, donde Villarruel ha sido vista por algunos como distante de decisiones cruciales, generando disconformidad al interior del gabinete. Otros, no obstante, la defienden, argumentando que su función es equilibrar apoyos en el Senado sin competir directamente con el presidente.

El panorama se complica aún más para Villarruel al ver que ha perdido a aliados como el diputado nacional Guillermo Montenegro, lo que ha limitado su red de apoyos. Aunque el excónsul de Dinamarca y Suecia, Emilio José Viramonte Olmos, ha ganado protagonismo dentro de su círculo cercano, todavía se requiere construir una estructura más sólida para enfrentar los desafíos que tienen por delante.

Mientras tanto, se aproxima la presentación de un nuevo movimiento político por parte del senador Francisco Paoltroni, quien siente que Villarruel no está alineada con su visión. La lucha por el control y la dirección política de La Libertad Avanza continúa, lo que deja a Villarruel y sus aliados en una posición delicada en el ámbito político argentino. La pregunta que todos se realizan es: ¿logrará Villarruel mantener su influencia y apoyos antes de las elecciones de 2025?