La situación para los trabajadores de la salud en Puerto Montt se ha vuelto crítica, con un total de 190 agresiones documentadas hasta octubre de este año, según la información proporcionada por la Dirección Municipal.

Los datos revelan que la mayoría de estos episodios violentos han tenido lugar en el Cesfam Angelmó, donde recientemente ocurrió un violento ataque físico contra una matrona, perpetrado por una paciente que llegó tarde a su consulta médica. Esta situación pone en evidencia un problema creciente que afecta no solo a los trabajadores, sino también a la calidad del servicio de salud.

Miguel Aravena, Director de DISAM Puerto Montt, ha señalado que las agresiones más severas se registran en el SAR de Alerce y el SAPU de Mirasol. Para enfrentar este grave desafío, se han implementado diversas medidas de seguridad, que incluyen el uso de chalecos y cascos antibalas, así como cámaras GoPro para documentar los incidentes.

A pesar de los esfuerzos, Aravena lamenta que la ola de agresiones no ha disminuido y que, por el contrario, ha ido en aumento. "Hemos instalado botones de pánico y ventanillas blindadas como parte de nuestras operaciones diarias", informa Aravena.

El impacto de estas agresiones no solo afecta a los profesionales de la salud, sino que también genera un clima de miedo que podría repercutir en la atención al público. Aún así, el director destaca que gracias a la reciente Ley de Seguridad en los consultorios, los funcionarios sienten más libertad para reportar estos ataques, que abarcan desde agresiones físicas y verbales hasta casos preocupantes de acoso sexual.

¡Es un llamado urgente a la sociedad! Los trabajadores de la salud merecen un ambiente seguro para poder ofrecer su servicio y cuidar de nuestros ciudadanos. ¿Qué más se puede hacer para detener esta violencia creciente? Es hora de reflexionar y tomar acción.