El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó este lunes en una reunión especial del Gobierno, con motivo del primer aniversario de los ataques de Hamás, que Israel está en medio de una "guerra de resurrección" para asegurarse de que una tragedia similar a la del 7 de octubre de 2023 no vuelva a ocurrir.

Desde ese "día negro", donde más de 1.200 personas perdieron la vida y 251 fueron secuestradas, Netanyahu indicó que el país está bajo ataque en siete frentes diferentes. En una demostración de la complejidad del conflicto, el ataque de Hamás el 8 de octubre llevó a Hezbolá, la milicia chií de Líbano, a lanzar ataques en el norte de Israel.

La situación se ha escalado, con los hutíes de Yemen, las milicias proiraníes en Siria y, en ocasiones, Irán lanzando ofensivas contra Israel. A esto se suman las milicias palestinas en Cisjordania y los ataques continuos de Hamás en Gaza, generando una atmósfera de tensión y peligro constante para Israel.

En Cisjordania, la violencia ha aumentado considerablemente, con más de 400 palestinos muertos en los últimos meses debido a las redadas israelíes, lo que ha intensificado la crisis en la región.

Netanyahu, durante su discurso, destacó que Israel no cesará en su lucha hasta cumplir con varios objetivos fundamentales: desmantelar a Hamás, regresar a más de 60.000 israelíes desplazados en el norte y 15.000 en el sur, recuperar a los 97 rehenes que permanecen en Gaza y prevenir cualquier futura amenaza proveniente de la Franja de Gaza.

En una emotiva ceremonia en Jerusalén, donde se recordó a los caídos en el ataque del año pasado, Netanyahu expresó que el pueblo israelí se ha levantado "como una nación de lobos" en respuesta a la tragedia. Se reportó que 87 ciudadanos de Jerusalén perdieron la vida en esos ataques, aunque no se especificaron cifras sobre militares y civiles.

"Nuestros héroes cayeron por la defensa de nuestra patria. Después de la masacre terrible, nos levantamos como pueblo, como leones," declaró, enfatizando la determinación de Israel de cambiar la realidad en la región a pesar del alto costo humano que ha dejado este conflicto, con casi 42.000 muertos en un año.

Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, subrayó el compromiso del país de tomar todas las medidas necesarias para proteger a sus ciudadanos. También destacó la importancia de recuperar a los rehenes y ofrecer apoyo a los heridos, además de honrar la memoria de los caídos.

La situación en Oriente Medio sigue siendo crítica, y las palabras de Netanyahu y Gallant reflejan un país decidido a luchar por su seguridad a pesar de las adversidades.