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¡Colbún en Problemas! El Millonario Parque Eólico Junquillos en la Mira de la Comunidad

2024-09-30

El gigante energético Colbún no solo enfrenta desafíos en la Central Paposo en Taltal, Región de Antofagasta. Su ambicioso proyecto Parque Eólico Junquillos, situado en la comuna de Mulchén, Región del Biobío, también está en apuros tras dos solicitudes de suspensión en menos de un año para su evaluación ambiental.

En marzo, Colbún había solicitado al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) una extensión de tiempo hasta el 30 de agosto de 2024, para completar trabajos en terreno y procesar información referente al Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Sin embargo, a pocos días de cumplir ese plazo, la empresa pidió otra extensión hasta el 28 de febrero de 2025, alegando que el proceso de consulta indígena no había avanzado lo suficiente.

Este proyecto, que busca generar hasta 472,5 MW de energía limpia mediante 63 aerogeneradores con una capacidad nominal de 7,5 MW cada uno, plantea una inversión de US$ 570 millones. La energía producida se evacuará a través de una red subterránea hacia la Subestación elevadora Junquillos, que la conectará a la subestación Mulchén, un paso crucial para alimentar el sistema eléctrico nacional con energías renovables.

Pero no todo son buenas noticias para Colbún. Mientras que algunos proyectos han avanzado, como el parque eólico Horizonte, que cuenta con el respaldo del gobierno, el Parque Eólico Junquillos enfrenta crecientes resistencias de las comunidades locales e indígenas. Residentes de la zona han destacado preocupaciones sobre el impacto ambiental y cultural que podría tener la construcción. Uno de los puntos más críticos es la posible afectación a áreas de gran relevancia cultural para la cosmovisión mapuche, como el humedal sagrado de la Piedra de Dicao.

Los apicultores locales también están preocupados, ya que temen que las vibraciones y el noise de los aerogeneradores perjudiquen su actividad, una fuente esencial de ingresos en la región. Varios vecinos han expresado su inquietud sobre cómo este proyecto podría alterar su calidad de vida, haciendo hincapié en que el ruido constante de las aspas podría impactar sus hogares.

El uso de las vías locales durante la etapa de construcción del parque también ha despertado preocupaciones. Los residentes demandan medidas para evitar la congestión vehicular y garantizar un transporte seguro de materiales, especialmente durante los horarios de mayor circulación, ya que el tránsito de camiones podría afectar el transporte escolar y, por ende, la seguridad de las familias.

Colbún ha invertido hasta la fecha cerca de US$ 10 millones en el desarrollo de este proyecto y ha declarado que la consulta indígena es un tema relevante a considerar. Sin embargo, los cronogramas de evaluación y aprobación siguen en suspenso, mientras las voces de resistencia siguen resonando en Mulchén y sus alrededores.

La situación del Parque Eólico Junquillos es un reflejo de las tensiones que surgen entre el desarrollo de energía renovable y las preocupaciones de las comunidades locales. ¿Logrará Colbún avanzar hacia una solución que satisfaga a todos los involucrados? La respuesta enciende la llama de un debate crucial en la búsqueda de un futuro energético sostenible.