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¿Cómo Estados Unidos se Apropió del Canal de Panamá? La Historia Detrás de la Conquista

2024-12-26

Autor: Lucas

En una reciente declaración que ha conmocionado a Panamá, el presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazó las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de retomar el control del Canal de Panamá. En un firme mensaje a través de la red social X, enfatizó que "la soberanía e independencia" de Panamá son "no negociables".

"Cada metro cuadrado del Canal de Panamá pertenece a Panamá, y seguirá perteneciendo a Panamá", aseguró Mulino, subrayando que el canal es un símbolo de la identidad nacional de los panameños, que lo han llevado en su corazón, como parte de su historia de lucha y conquista.

El Canal de Panamá, una extraordinaria vía navegable artificial, conecta el océano Pacífico con el océano Atlántico y fue concluido por Estados Unidos en 1914. Sin embargo, gracias al Tratado Torrijos-Carter firmado en 1977 por el entonces presidente estadounidense Jimmy Carter y el general panameño Omar Torrijos, el control del canal fue devuelto a Panamá en 1999.

A pesar de la entrega del canal, las tensiones entre Panamá y Estados Unidos han persistido. Un documental estadounidense de 2019, titulado simplemente *Canal de Panamá*, presenta el impacto global del canal, pero omite la narrativa crucial sobre la intervención estadounidense en la separación de Panamá de Colombia, una acción que cimentó el dominio estadounidense sobre la región por casi un siglo.

La profesora e historiadora panameña Marixa Lasso, autora de *Borrado: la historia no contada del Canal de Panamá*, explica que, en la búsqueda de construir el canal, Estados Unidos apoyó la independencia de Panamá de Colombia en 1903. Esto fue visto como un acto de manipulación para asegurar un tratado que protegiera los intereses estadounidenses, convirtiendo a Panamá en un estado dependiente.

Desde su independencia en 1821 hasta la firma del Tratado Herrán-Hay en 1903, Panamá lidió con las influencias externas y sus propias aspiraciones de autogobierno. A pesar del rechazo del trato por la legislatura colombiana, los Estados Unidos continuaron buscando establecer un canal transoceánico, lo que finalmente llevó a Panamá a obtener su independencia, aunque con un alto costo.

La construcción del Canal de Panamá bajo control estadounidense comenzó en 1904 y se completó en 1914, en un contexto donde la zona del canal se convirtió en un verdadero "Estado dentro de un Estado". Durante los primeros años, miles de residentes indígenas panameños fueron desplazados, lo que ocasionó tensiones y heridas que aún se sienten hoy.

A lo largo de los años, varios tratados fallidos y protestas por la soberanía marcarían la relación entre Panamá y Estados Unidos. Las *Protestas por la Bandera* en 1964 derivaron en enfrentamientos violentos, reflejando el descontento de los panameños. En 1973, durante una inusual sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en Ciudad de Panamá, el general Torrijos condenó el colonialismo estadounidense, destacando la lucha panameña por su dignidad.

Finalmente, el 31 de diciembre de 1999, tras siglos de intervención y dominio, Panamá pudo recuperar el control total de su canal. Este evento histórico fue más que un cambio de banderas; representó un nuevo amanecer para Panamá.

Hoy, el Canal de Panamá maneja aproximadamente el 5% del comercio marítimo global. La ampliación del canal, completada en 2016, fue crucial para adaptarlo a las necesidades del transporte moderno, permitiendo a Panamá consolidarse como un actor clave en el comercio internacional, la logística y las finanzas. La Zona Libre de Colón y el Aeropuerto Internacional de Tocumen son testimonio del desarrollo económico que ha seguido a la soberanía sobre el canal.

La importancia del canal no solo radica en su función comercial, sino también en su carga simbólica. En el Museo del Canal de Panamá, un monumento a la historia recuerda los sacrificios panameños por la soberanía, acompañado de la frase inspiradora: "Quien siembra banderas, cosecha soberanía". Este legado continúa resonando en la identidad nacional de Panamá, recordando que la lucha por la independencia y la dignidad nunca debe ser olvidada.