La Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila) ha emitido un contundente llamado de atención ante la alarmante situación que se vive en el Aeropuerto de Santiago, especialmente en esta época del año en la que se espera un gran flujo de pasajeros debido a las festividades de fin de año.

Este último fin de semana, el terminal internacional enfrentó problemas graves gracias a la reciente instalación de máquinas de autocontrol migratorio, que, lejos de mejorar la situación, resultaron en largas filas que superaron los límites de la zona de control. Esto ha generado una frustración justificada entre los viajeros, quienes se encontraron esperando durante horas.

"La congestión en el control migratorio, tanto al ingreso como a la salida del país, no solo no se ha resuelto, sino que se ha intensificado", señalaron desde Achila en un comunicado, describiendo filas que se extendieron por varios metros fuera del área designada.

La gerenta general del gremio, Carolina Simonetti, no dudó en calificar esta situación como "una crisis" y exigió la intervención inmediata de las autoridades. "No es aceptable que después de meses de congestión en el aeropuerto y tras el anuncio de diversas soluciones para mitigar los retrasos, sigamos enfrentando filas de cientos de personas en los servicios de control", añadió con firmeza.

Además, Simonetti criticó a la Policía de Investigaciones (PDI), al señalar que la tecnología de autoatención a través de tótems ha fallado por múltiples razones y sólo está disponible para ciudadanos chilenos mayores de edad, dejando fuera a muchos viajeros.

"Es crucial que se aumente la cantidad de funcionarios disponibles en las casetas de atención personalizada, en un número que permita manejar el incremento de pasajeros típicos de la temporada alta", enfatizó.

Pese a la gravedad de la situación, el Aeropuerto de Santiago ha anunciado que se implementarán refuerzos y medidas para enfrentar el caos. Las largas filas no sólo se limitan al control migratorio internacional, los problemas también se han trasladado al terminal nacional, donde dos de los tres accesos al embarque están cerrados por remodelación.

El subgerente de Comunicaciones de la concesionaria Nuevo Pudahuel, Manuel Valencia, instó a los pasajeros a llegar al aeropuerto con una anticipación considerable: dos a tres horas para vuelos nacionales y de tres a cuatro horas para los internacionales.

Si planeas viajar en estas fiestas, ¡prepárate para lo inesperado y no dejes que el caos te arruine las vacaciones! Las autoridades deben actuar ahora o enfrentarán una crisis aún mayor.