Un grupo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el mayor centro de investigación del cáncer en España, ha enviado una carta al Gobierno solicitando la destitución de María Blasco de su cargo. En esta carta, a la que ha accedido este medio, se pide también la apertura de una convocatoria internacional para elegir a un nuevo director que guíe el futuro del centro, que atraviesa una crisis de reputación y recursos.

Los signatarios, que incluyen a varios líderes de grupos de investigación, sostienen que desde hace más de dos años se han observado importantes descensos en la competitividad internacional del CNIO, como lo demuestran diferentes clasificaciones científicas, como SCIMago y Nature. En la carta se menciona que, a pesar del congelamiento presupuestario, este no es el único factor detrás de la crisis, destacando una alarmante falta de visión institucional que ha conducido al deterioro de infraestructuras críticas.

El documento alerta sobre la urgencia de afrontar esta crisis: “Los recientes informes en medios que afectan la reputación del centro refuerzan la necesidad de un cambio inmediato”. De 46 jefes del CNIO que han manifestado su opinión, 23 se han mostrado a favor de solicitar el cese de Blasco. Esta situación marca uno de los movimientos más significativos contra su dirección desde que llegó al cargo en 2011.

María Blasco ha enfrentado numerosas críticas por la obsolescencia de la infraestructura del CNIO, que actualmente presenta un déficit de 4,5 millones de euros. De los cuatro microscopios confocales disponibles, solo uno permanece operativo, un problema que persiste desde 2022. A pesar de los intentos fallidos por parte de jefes de grupos anteriores para denunciar esta situación, Blasco ha mantenido su negativa a dimitir, reafirmando su compromiso con el patronato del CNIO.

La controversia no se limita solo a la gestión científica; también surgen preocupaciones sobre el uso de fondos en iniciativas como el programa CNIO Arte. Este programa ha costado a la institución casi 900,000 euros, cifra que incluye gastos personales y viajes a lugares como el Ártico y Mozambique. A pesar de las donaciones y las iniciativas de venta de obras de arte, los resultados económicos han sido escasos, lo que ha molestado aún más a los investigadores de la institución.

El clima de incertidumbre parece haber llevado a renuncias entre personal clave, con científicos de renombre dejando el CNIO en busca de mejores condiciones y oportunidades, como es el caso de Marcos Malumbres, quien se unirá al Instituto de Oncología Vall d'Hebrón en Barcelona a principios de 2025. Malumbres destaca que el CNIO lleva más de una década sin una dirección clara, lo que ha costado caro a la institución, tanto en el desarrollo de la investigación como en su reputación en la comunidad científica.

Con el patronato del CNIO programado para reunirse pronto, se espera que se discutan estas preocupaciones y solicitudes de cambio. Los próximos días serán cruciales para decidir el rumbo del CNIO y si finalmente se tomará en serio la petición de sus científicos.