Marcelo Bielsa ha estado en el ojo del huracán en Uruguay. A pesar de que la selección marcha en una prometedora segunda posición en la clasificación hacia el Mundial de 2026, los problemas fuera del campo no cesan desde su llegada.

Uno de los episodios más inolvidables fue su fuerte intercambio verbal con Luis Suárez, quien, tras renunciar a la Celeste, lanzó duras críticas hacia el director técnico, acusándolo de tener un trato distante con los jugadores. ‘Ni siquiera saludaba’, afirmó el delantero en un momento de frustración.

La situación se complicó aún más cuando el jugador Agustín Canobbio acusó a Bielsa de despreciarlo, alegando que durante la Copa América, celebrada en Estados Unidos en 2024, fue tratado como un simple pasapelotas en los entrenamientos.

En medio de este clima tenso, un nuevo episodio ha sorprendido a todos: Lucas Olaza, defensor del Krasnodar en Rusia, ha solicitado a Bielsa que no lo convoque más a la selección. A pesar de haber sido titular en cinco partidos con el equipo, Olaza parece haber llegado a su límite.

El representante del jugador, Pablo Rivero, confirmó esta sorprendente decisión en una conversación con Sport 890.

Problemas logísticos obstaculizan a Olaza

Rivero expuso que el principal problema radica en la logística complicada que enfrenta Olaza. “La mayoría de los aeropuertos en Rusia están cerrados”, comentó. Esto ha hecho que los viajes del defensor se conviertan en una odisea, con Olaza pasando 28 de los últimos 30 días lejos de su hogar tras su última convocatoria.

Bielsa bajo presión

Bielsa, conocido por su estilo meticuloso y su dedicación, enfrenta un dilema complicado. ¿Cómo gestionar un grupo que parece descontento y dividido? Este drama no solo pone presión sobre su liderazgo, sino que también plantea interrogantes sobre la cohesión del plantel de la Celeste. Con cada nuevo conflicto, la esperanza de lograr una actuación sólida en el Mundial parece más lejana.

Con más de un jugador cuestionando su situación y el desempeño del equipo, los próximos partidos se perfilan como una prueba crucial para Bielsa. ¿Podrá salvar su puesto y unir al equipo, o el clima de discordia seguirá afectando la trayectoria de Uruguay? La afición está pendiente y espera respuestas rápidas.