La emblemática Residencia de Niños de la Diputación Provincial de Huesca, que durante años fue un refugio para menores desamparados, está a punto de renacer como un moderno campus universitario. Este histórico edificio, testigo de siglos de historia, se transformará en la sede de un completo grado en Medicina que comenzará en el curso 2026-2027.

La revolución que vivirá el inmueble es asombrosa. José Antonio Mayoral, rector de la Universidad de Zaragoza, asegura que trabajarán para crear "un edificio adaptado para la docencia moderna". Se incorporará la virtualidad en el proceso educativo, con un enfoque especial en la sostenibilidad: "Estará dotado de la máxima eficiencia energética". ¡Una noticia que entusiasma a estudiantes y docentes por igual!

La arquitecta Laura Puyal también explicó que se preservarán las fachadas para mantener el carácter histórico del edificio. Sin embargo, el trabajo no es sencillo debido a la presencia de muros de carga que complican la distribución. A pesar de estos desafíos, se han ideado soluciones creativas para aprovechar al máximo cada rincón del espacio, incluso en aquellos pasillos que, tradicionalmente, no se utilizaban. "Instalaremos zonas de estudio y descanso donde los alumnos podrán interactuar y trabajar cómodamente", afirma Puyal. Esto promete revolucionar la experiencia de aprendizaje.

Detrás de esta transformación, se encuentra una rica historia. El recinto se construyó entre los siglos XII y XIII, inicialmente levantado como una iglesia dedicada a Santa María in Foris. Con el tiempo, fue un convento de monjas y posteriormente un hogar para niños en situación de riesgo. En sus muros se esconden relatos de la Inquisición, pues su torre fue utilizada como cárcel para brujas. El obispo Cayetano de la Peña aprovechó el edificio en 1790, transformándolo en Casa de Misericordia, hasta que en 1985 cerró como residencia infantil.

Después de su cierre, el edificio experimentó diversas reconversiones: desde conservatorios de música hasta escuelas de hostelería y administración, convirtiéndose en un centro educativo versátil. La llegada del Campus Universitario ha consolidado su rol en la educación superior, atrayendo a alumnos de diversas disciplinas.

Con la conversión del antiguo orfanato en una moderna facultad de Medicina, Huesca no solo preserva su patrimonio, sino que también abre las puertas a un futuro donde la tradición y la innovación van de la mano. Esto marca un nuevo hito en la educación en España y es una muestra clara de cómo es posible transformar espacios y brindar nuevas oportunidades. ¡Una historia de superación y modernidad que no querrás perderte!