Se ha revelado el posible descubrimiento de la mina de hidrógeno más grande del planeta, ubicada en Tierra del Fuego, Argentina, con un potencial asombroso de 6 billones de toneladas. Este hallazgo promete transformar el panorama energético mundial y contribuir significativamente a la lucha contra el cambio climático.

Según un informe de Wood Mackenzie, a pesar de las dificultades regulatorias y la necesidad de asegurar acuerdos de compra, el sector del hidrógeno se encuentra en un punto de inflexión. Se anticipan oportunidades significativas que permitirán el fortalecimiento de posiciones en mercados emergentes, junto a incentivos gubernamentales que cerrarán la brecha entre producción y demanda.

Se prevé que el 2025 sea un año crucial para el desarrollo del hidrógeno y el amoníaco de bajas emisiones de carbono. Estados Unidos se perfila como el mayor productor de hidrógeno azul, proyectando superar 1,5 millones de toneladas anuales, en un contexto donde se espera ver iniciativas verdes a gran escala en el horizonte.

El descubrimiento en Tierra del Fuego, atribuido a los geólogos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), revela que esta región tiene el potencial de convertirse en un líder global en la generación de hidrógeno, compitiendo incluso con Estados Unidos. Con 6,2 billones de toneladas de hidrógeno subterráneo, esta cantidad es el doble de la reserva mundial de gas natural, haciéndola esencial para futuras estrategias energéticas.

En este sentido, aunque el hidrógeno verde es el que más se asocia con la sostenibilidad, el hidrógeno azul ofrece una solución inmediata, siendo más eficiente en términos de recursos y tiempo. Tierra del Fuego ya ha establecido el “Plan Estratégico Provincial para el Desarrollo de Hidrógeno Azul”, buscando sentar las bases óptimas para la extracción de gas natural y la generación de este gas limpio.

La intervención de empresas como TotalEnergies está poniendo en marcha proyectos que aprovechan la geología gasífera de la región, facilitando la producción de energía limpia mediante la captura de CO2. Esta producción no solo puede hacer una gran diferencia a nivel ambiental, sino que también promete un impacto positivo en la economía local.

La industria del hidrógeno podría generar miles de empleos en una provincia que históricamente ha dependido de la extracción de combustibles fósiles. La mina de hidrógeno más grande del mundo en Argentina no solo representa un cambio significativo en la producción energética, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo sostenible en el país y la región. ¡Prepárate, el futuro del hidrógeno está en camino!