La Brigada Antinarcóticos Metropolitana de la Policía de Investigaciones (PDI), en colaboración con la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, logró la captura de cuatro personas en un impactante operativo donde se trasladaban 2,5 toneladas de droga, dirigidas a la región Metropolitana.

Este despliegue forma parte de la desarticulación de una poderosa banda criminal transnacional, encabezada por un ciudadano dominicano. El director de la PDI, Eduardo Cerna, explicó que esta acción es una continuación de una investigación que culminó en julio de 2024 con la incautación de 1,2 toneladas de droga y la detención de siete sospechosos.

Las indagaciones revelaron cambios en la estructura criminal y llevaron a la interceptación de un cargamento en Taltal, que llegó al país por el norte y que tenía como destino final una parcela en Lampa, donde se planeaba su distribución a las calles de la capital, Santiago.

Se incautaron 2,3 toneladas de marihuana valoradas en $11,5 mil millones, 53 kilos de cocaína avaluados en $1.058 millones y 122 kilos de pasta base que equivalen a $1,8 millones, sumando un total impresionante de $14,4 mil millones en drogas confiscadas.

Un transporte interceptado fuertemente armado

Uno de los aspectos más alarmantes del operativo fue que el transporte de la droga estaba fuertemente armado, algo poco habitual en este tipo de casos. Cerna expresó su preocupación, indicando que "los transportistas, al igual que los encargados de la protección del cargamento, estaban armados con armas de alta peligrosidad".

El fiscal nacional, Ángel Valencia, subrayó la inquietante presencia de armamento en estas operaciones. "Es sorprendente y preocupante encontrar a individuos que transportan drogas con armamento letal. Esta no es una situación común", afirmó.

Miguel Ángel Orellana, fiscal de Alta Complejidad Oriente, agregó que el uso de armas suele asociarse con la violencia en la distribución, pero en este caso, la portación de estas durante el transporte es una clara señal de la creciente peligrosidad de los involucrados.

Además de la droga, fueron incautadas tres pistolas y una subametralladora, las cuales, curiosamente, presentaban números de serie, pero no pertenecían a Chile, sugiriendo su procedencia desde el mismo país originario de la droga.

El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, destacó la labor de las fuerzas del orden, asegurando que este tipo de investigaciones son de carácter profesional y una clara demostración de que "los delitos relacionados con drogas en Chile serán perseguidos con la máxima seriedad".

Elizalde también comentó sobre el peligro que representan estas organizaciones criminales, señalando que "demuestran el nivel de amenaza que enfrentamos en nuestro país". La operación no solo ha tenido un impacto significativo en la seguridad pública, sino que también ha puesto de manifiesto el compromiso del Gobierno de combatir el narcotráfico con mano firme.