El reciente proceso de admisión 2025-I de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), que finalizó el pasado 13 de octubre, atrajo a 5.065 aspirantes a las 55 vacantes de la carrera de medicina humana. Este hecho refleja la enorme competitividad y prestigio de esta universidad en la formación de profesionales de la salud en el Perú.

Cada año, un selecto grupo de estudiantes elige la anestesiología como su especialidad tras culminar la carrera de medicina. Sin embargo, según datos de la Sociedad Peruana de Anestesia, Analgesia y Reanimación (SPAAR), solo hay 2.561 anestesiólogos en el país, lo que se traduce en 9 especialistas por cada 100.000 habitantes. Esto indica una clara necesidad de más expertos en esta vital área de la medicina.

A pesar de su menor popularidad comparado con otras especialidades, ser anestesiólogo es una de las profesiones mejor remuneradas en el sector salud. En el Perú, un anestesiólogo gana entre 6.500 y 11.000 soles en el sector público, mientras que en el privado, los salarios pueden alcanzar entre 9.000 y 15.000 soles, lo que demuestra que su labor es altamente valorada.

Los anestesiólogos desempeñan un papel crucial en la administración de distintos tipos de anestesia, asegurando el bienestar de los pacientes durante las intervenciones quirúrgicas. Con el avance de la medicina en los últimos 40 años, han logrado realizar operaciones en pacientes previamente considerados inoperables con tasas de mortalidad mínimas.

La anestesiología no se limita solo al quirófano. Los anestesiólogos también se involucran en diversas intervenciones, incluidas procedimientos radiológicos, oncológicos, y odontológicos. Además, la profesión ha evolucionado y ha creado subespecialidades como la anestesia pediátrica y la anestesia obstétrica, ampliando aún más sus horizontes.

Para aquellos que deseen seguir esta carrera, es importante señalar que se requieren 7 años de formación en medicina general y luego 3 años adicionales para la especialidad en anestesiología, un camino que muchos consideran desafiante pero recompensante.

En resumen, el Día Mundial del Anestesiólogo es una oportunidad perfecta para reconocer la importancia de estos profesionales en el sistema de salud y la gran responsabilidad que tienen a la hora de asegurar la seguridad y comodidad de los pacientes.