Los diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI), liderados por Gustavo Benavente y Sergio Bobadilla, han hecho un fuerte llamado al presidente Gabriel Boric para que destituya a la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval. Esta solicitud surge tras el escándalo generado por la fallida compra de la residencia del expresidente Salvador Allende, un episodio que ha desatado intensas críticas y una ola de cuestionamientos sobre la gestión del actual gobierno.

La controversia comenzó cuando el Ejecutivo anunció la intención de adquirir la emblemática casa para transformarla en un museo en la comuna de Providencia. Sin embargo, tras reconocer el error en el procedimiento, el gobierno se vio obligado a desistir de la compra. Este revés fue señalado como una falta de coordinación y profesionalismo por parte de las autoridades involucradas.

Benavente y Bobadilla no dudaron en calificar de 'absolutamente imprescindible' la necesidad de establecer responsabilidades políticas, sobre todo considerando que el proceso de compra ya estaba avanzado. Ambos diputados cuestionaron por qué ninguna autoridad anticipó que esta transacción podría infringir la Constitución chilena, lo que podría considerarse un grave incumplimiento de deberes.

"Es incomprensible que durante todo este proceso nadie haya advertido sobre esta situación. Cuesta creer que no existiera la intención de enriquecerse con esta venta, como insinuó esta mañana el Presidente Boric", argumentaron.

La falta de alerta oportuna de la ministra Sandoval fue especialmente criticada, dado que el gobierno anunció la compra de la casa de Allende y, en menos de 24 horas, tuvo que retractarse por las irregularidades encontradas. Esta secuencia de eventos ha hecho que Benavente y Bobadilla consideren la permanencia de Sandoval en su cargo como insostenible.

"Es deber del Presidente demostrar su compromiso por la transparencia y el buen manejo de recursos públicos. La ministra está directamente relacionada con el fallo en este proceso y debe rendir cuentas", enfatizaron los diputados de la UDI.

El incidente no solo ha puesto en tela de juicio la capacidad del gobierno para manejar asuntos sensibles, sino que también ha reavivado el debate sobre la gestión de bienes patrimoniales en Chile. La oposición ha exigido una revisión exhaustiva de los procedimientos administrativos para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.

La presión sobre el gobierno se intensifica con cada minuto que pasa, y muchos se preguntan: ¿Cómo abordará el presidente Boric esta crisis que pone en jaque su administración? La expectativa está alta y los ojos del país están puestos sobre La Moneda.