Este diseño de rayas, que se ha vuelto emblemático en la lucha contra el cambio climático, ha revolucionado la manera en que visualizamos el aumento de las temperaturas globales. Las franjas oscilan entre tonos entre azules y rojos, simbolizando cómo el planeta se ha calentado debido a las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por la actividad humana. Aunque este gráfico se popularizó y se utilizó en libros y medios internacionales, la realidad es que su mensaje no ha sido suficiente para frenar el calentamiento global, que ha continuado su ascenso.

A principios de 2024, las franjas del gráfico tuvieron que ser actualizadas, añadiendo un azul y un rojo más oscuros, debido a que 2023 tuvo las temperaturas más altas jamás registradas. Los expertos confirman que el año 2024 ya rompió récords, aumentando aún más la preocupación sobre nuestro clima.

La idea original del gráfico se remonta a 2017, cuando Ellie Highwood, profesora de física climática, tejió una manta que representaba el calentamiento global. La manta ganó atención y su diseño fue adaptado por Ed Hawkins, quien creó la versión gráfica más conocida. Esta simplicidad ha sido clave en su éxito, permitiendo que personas de diversos contextos conecten con el mensaje de cambio climático.

Sin embargo, también ha habido críticas por su simplicidad; algunos científicos argumentan que carece de detalles en los datos. A pesar de esto, el gráfico ha transcendido y ha sido adaptado para representar otras crisis ambientales, como la pérdida de biodiversidad y la calidad del aire.

Por otro lado, las 'rayas climáticas' se han utilizado en diversas campañas, desde políticos hasta eventos deportivos, convirtiéndose en un símbolo poderoso que llama a la acción. Incluso el presidente de Chile, Gabriel Boric, las usó como mascarilla en un debate electoral. Además, se han exhibido en festivales de música, infraestructura pública y hasta en expediciones como la realizada por un grupo de científicos y aventureros que navegaron desde Noruega hasta Alaska para alertar sobre el derretimiento del hielo en el Ártico.

La historia de este gráfico es un recordatorio de que, si bien los colores vibrantes atraen nuestra atención e inspiran a la acción, la lucha contra el cambio climático requiere un cambio efectivo en nuestras acciones y decisiones diarias. Con cada nuevo récord de temperatura, la realidad de la crisis climática se vuelve más urgente y nos desafía a actuar. ¿Estamos listos para enfrentar esta batalla?