El 7 de enero de 2015, la calle Nicolas-Appert en París se convirtió en el escenario de uno de los ataques terroristas más devastadores en la historia reciente de Francia. A las 10 de la mañana, dos hombres, armados y vestidos de negro, irrumpieron en la oficina de Charlie Hebdo, una revista conocida por sus caricaturas satíricas y su feroz defensa de la libertad de expresión.

Los perpetradores, los hermanos Saïd y Chérif Kouachi, utilizaron a la dibujante Corinne Rey, conocida como Coco, como rehén para acceder a las oficinas. Una vez dentro, comenzaron a disparar indiscriminadamente, apuntando directamente a Stéphane Charbonnier, conocido como “Charb”, quien había sido amenazado previamente por Al-Qaeda debido a las sátiras que la revista realizaba en relación con el Islam.

En apenas un minuto y medio, los hermanos Kouachi asesinaron a 12 personas, incluyendo a destacados caricaturistas como Jean Cabut (Cabu), Bernard Verlhac (Tignous) y Georges Wolinski. Aparte de los muertos, varios periodistas resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad. Este ataque dejó una profunda herida en la sociedad francesa, simbolizando un ataque a los valores democráticos y a la libertad de expresarse sin miedo.

Pero la masacre no terminó en las oficinas de Charlie Hebdo. En los días siguientes, París se convirtió en un campo de batalla. Otro ataque relacionado tuvo lugar en Montrouge, donde un extremista asesinó a un policía y dejó a otro herido. Al día siguiente, un ataque en un supermercado judío en el XX Distrito resultó en la muerte de cuatro civiles, lo que generó una ola de pánico y miedo en la población.

Las autoridades francesas aumentaron la seguridad en todo el país. Los niveles de alerta se elevaron, y se intensificó la búsqueda de los Kouachi, quienes finalmente se atrincheraron en una imprenta en Dammartin-en-Goële, donde fueron abatidos en un tiroteo con la policía.

A medida que avanzaba la investigación, se descubrió que al menos 14 cómplices habían participado en la planificación y ejecución del ataque. La justicia francesa sentenció a varios de ellos a largas penas de prisión, destacando la gravedad de sus crímenes.

Hoy, diez años después de aquel fatídico día, la oficina de Charlie Hebdo permanece en un lugar secreto y resguardado por la policía. En un acto de resistencia y reivindicación de la libertad de expresión, la revista publicó el 7 de enero de 2025 una edición especial, celebrando la vida y el legado de quienes perdieron la vida, aliarse con el humor como su arma más poderosa. Este evento no solo conmemora a las víctimas, sino que también destaca la importancia de seguir luchando por los derechos fundamentales.