El "matadero" de Al Asad: la prisión de Sednaya y los horrores del régimen de Bashar
2024-12-12
Autor: Santiago
En un intento angustiante por dar sentido al indescriptible horror, los ex prisioneros han empezado a referirse a la prisión militar de Sednaya en Siria como el "matadero". Este lugar se ha convertido en un símbolo del horror absoluto de la era del derrocado Gobierno de Bashar al Asad.
Los testimonios indican que los oficiales de Al Asad llevaron a cabo torturas y asesinatos en esta prisión y en otros centros de detención a "escala industrial". Durante la reciente ofensiva de los insurgentes, liderados por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), se ha informado que miles de personas han sido liberadas de Sednaya en un solo día, con cifras estimadas entre 20.000 y 50.000 prisioneros rescatados, según los Cascos Blancos.
Se estima que alrededor de 150.000 personas podrían haber sido encarceladas en Sednaya, de las cuales muchas siguen desaparecidas. Las horrendas condiciones de vida en la prisión se hacen eco en los relatos de los liberados; algunos sobrevivientes mencionan que entre 50 y 100 personas podían ser ejecutadas diariamente y luego incineradas en hornos.
La noticia de las liberaciones ha desatado una búsqueda frenética de familiares. Por ejemplo, Mohammed Abel Asis llegó a Damasco desde Alepo, buscando a su padre, quien fue arrestado cuando Mohammed solo tenía siete años. Al desconocer el paradero de sus seres queridos, algunos familiares han celebrado funerales simbólicos.
Los liberados de Sednaya parecen caminar como sombras de sí mismos, muchos de ellos tras décadas en prisión. Un reporte del canal de noticias Al Jazeera mostró a un hombre que ya no podía recordar su propio nombre debido a las graves torturas sufridas. Otros, que fueron encarcelados durante el régimen de Hafez al Asad, se han quedado atónitos al enterarse de su muerte en 2000 y de que su hijo tomó el poder.
El diario británico The Guardian reportó el caso de un ex piloto que se negó a bombardeos en Hama durante un levantamiento en la década de 1980 y que fue liberado tras 43 años de cautiverio.
Las atrocidades cometidas en Sednaya han sido comparadas con los métodos del régimen nazi por expertos como el exfiscal jefe de la ONU, David Crane, quien habló de "asesinatos a escala industrial". Según Amnistía Internacional, había una zona específica para ahorcar a los prisioneros en Sednaya, además de un crematorio para incinerar los cuerpos.
Los sobrevivientes y exguardias han descrito métodos de tortura inimaginables, como una herramienta conocida como "alfombra voladora" y torturas físicas extremas que llevaban a muchos a desarrollar trastornos psicóticos o a morir en condiciones inhumanas. Desde los años 70, ha habido informes de desaparecidos en Siria, donde los opositores al régimen eran eliminados como si fueran papel en una trituradora.
Al respecto, el Gobierno de Al Asad ha descalificado siempre estas acusaciones como infundadas. Sin embargo, activistas de derechos humanos estiman que entre 2011 y 2018, más de 30.000 prisioneros fueron ejecutados en Sednaya o murieron a consecuencia de la tortura, la negligencia médica o la inanición.
La búsqueda de celdas subterráneas ocultas continúa, lo que podría revelar un horror aún mayor. La liberación de prisioneros es solo el inicio de un camino hacia la verdad y la justicia en un país que sigue luchando por salir de la sombra de su pasado oscuro.