En un giro inesperado del destino, el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta ha fallado a favor de la empresa Andes Iron Spa, permitiendo que el polémico proyecto minero Dominga avance a pesar de la contundente oposición que ha encontrado en el pasado. Este proyecto, que busca la construcción de dos minas para extraer concentrados de hierro y cobre, junto con un megapuerto en la comuna de La Higuera, región de Coquimbo, ha desatado un fuerte debate en la política chilena.

El diputado Daniel Melo, del Partido Socialista (PS), no escatimó en críticas, afirmando que "Dominga es un proyecto marcado por la corrupción y rodeado de lo peor de la política chilena". Por lo tanto, lamentó la decisión del tribunal, indicando que cada permiso que se solicitó fue técnicamente rechazado por organismos competentes de la región. "Dominga es muerte, Dominga es corrupción", sentenció Melo.

Por su parte, el diputado Félix González, del Partido Ecologista Verde, destacó que el proyecto compromete la mayor reserva de Pingüinos de Humboldt, una especie en peligro de extinción. "Este Gobierno, que se proclamó ecologista, debe actuar con responsabilidad en este tema", instó González, llamando al presidente Gabriel Boric a priorizar las decisiones que beneficien a las comunidades afectadas y a la importante reserva natural.

La diputada Emilia Schneider, del Frente Amplio (FA), subrayó la importancia de que la decisión del Tribunal Ambiental se revierta. "Debemos alzar la voz y decir claramente: ¡No a Dominga!", expresó, enfatizando la necesidad de explorar alternativas de desarrollo sostenible y en energía verde. Schneider también hizo un llamado a recuperarnos como país ante la amenaza de proyectos dañinos para el medio ambiente.

El proyecto Dominga ha sido un símbolo de lucha entre la defensa ambiental y el desarrollo económico en Chile, pero las consecuencias de su implementación podrían ser graves no solo para la fauna local, que incluye la emblemática reserva de Pingüinos de Humboldt, sino también para las comunidades que dependen de un ecosistema saludable. La controversia continúa, y el futuro de Dominga sigue en la balanza; muchas voces claman por un cambio hacia un modelo más sustentable en este país, donde la naturaleza y el desarrollo deben coexistir en armonía. Esta decisión del tribunal podría marcar un antes y un después en la política ambiental chilena.