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¡Escándalo en Brasil! El contratista de BYD desmiente las aterradoras acusaciones de esclavitud

2024-12-26

Autor: Pedro

El grupo Jinjiang, proveedor del gigante chino de vehículos eléctricos BYD, ha salido al paso de las graves denuncias realizadas por las autoridades laborales brasileñas, que calificaron de "esclavizados" a sus empleados. En una declaración oficial, el grupo aseguró que tal descripción es incorrecta y responde a malentendidos culturales y de traducción.

El miércoles, el Ministerio de Trabajo de Brasil reveló que encontró a 163 trabajadores chinos en condiciones que describieron como "similares a la esclavitud" en una obra de construcción destinada a una nueva planta de BYD en el estado de Bahía. Este alarmante hallazgo llevó a BYD a cortar lazos inmediatos con la empresa subcontratista responsable y a comprometerse a colaborar con las investigaciones.

Jinjiang, a través de su cuenta oficial en Weibo, expresó su indignación ante las acusaciones, afirmando que el calificativo de "esclavizados" ha menospreciado la dignidad de sus empleados y ha violado sus derechos humanos. El gerente general de marca y relaciones públicas de BYD, Li Yunfei, también respaldó esta afirmación y criticó a las "fuerzas extranjeras" que, según él, están tratando de difamar la imagen de las marcas chinas y la relación bilateral entre China y Brasil.

Ante la situación, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, comunicó que la embajada china en Brasil está en contacto con las autoridades locales para gestionar el asunto y esclarecer los hechos.

La planta de BYD tiene como objetivo inicialmente producir 150,000 vehículos al año en Brasil, uno de sus mercados más importantes fuera de China, con planes de iniciar la producción en 2024. Sin embargo, Brasil se prepara para aumentar los aranceles sobre los vehículos eléctricos importados, que pasarían del 18% actual al 35% en julio de 2026, lo que podría complicar aún más las operaciones de la empresa en el país.

Además, Jinjiang sostuvo que ciertas preguntas realizadas por los inspectores brasileños podrían haber sido interpretadas de manera sugestiva y que, para desmentir las acusaciones, publicaron un video donde un grupo de trabajadores chinos expresa su satisfacción por trabajar en Brasil. En el video, uno de los trabajadores leía una carta donde afirmaban que habían entregado sus pasaportes a la empresa para facilitar un certificado de identificación temporal, contradiciendo la afirmación de que sus documentos estaban retenidos.

"Estamos felices de trabajar en Camacari", afirmó uno de los trabajadores en el video. "Cumplimos con las leyes y regulaciones mientras contribuimos a la construcción del proyecto de vehículos de nueva energía más grande de Brasil", añadió.

Esta polémica resalta las diversas realidades y tensiones en el contexto de la globalización y las relaciones laborales, dejando a muchas preguntas sobre la ética y los derechos humanos de los trabajadores inmigrantes en el centro del debate.