Un controvertido incidente ha sacudido las redes sociales y medios de comunicación tras la denuncia contra un carabinero encargado de custodiar la residencia del presidente Gabriel Boric. La situación tuvo lugar la noche del jueves en el barrio Yungay, específicamente en la intersección de Compañía con Hurtado Rodríguez, donde se encuentra la garita de vigilancia que protege la casa del mandatario.

Según informan fuentes cercanas, una camioneta se acercó a este punto crítico. El conductor solicitó permiso a uno de los uniformados para estacionarse y descargue productos. Lo curioso es que esos productos eran cervezas destinadas a un domicilio cercano, en la calle Hurtado Rodríguez, que conecta con Huérfanos.

Después de recibir la autorización del carabinero, el repartidor procedió a realizar su entrega y, antes de irse, le obsequió dos latas de cerveza de la marca Keyer al uniformado. Lo alarmante es que el carabinero aceptó el regalo y guardó las latas en su garita, sin haberlas consumido.

Este acto no pasó desapercibido para una carabinera de la sección territorial que, al observar lo sucedido, decidió informar a la Central de Comunicaciones. Aunque el vehículo no cruzó el perímetro de seguridad, la situación ha levantado interrogantes sobre la conducta del carabinero y si su acción podría constituir una falta de profesionalismo.

Expertos en temas de seguridad y ética han comenzado a debatir sobre la importancia de mantener la integridad y la responsabilidad de quienes protegen a las figuras públicas. Mientras tanto, se espera que Carabineros inicie una investigación interna al respecto.

Este incidente se suma a una serie de controversias que han rodeado a la institución en los últimos meses, generando un debate público sobre la transparencia y la responsabilidad dentro de las fuerzas de seguridad nacionales. Los ciudadanos están atentos a cómo se desarrollará esta historia y qué medidas tomarán las autoridades para garantizar que situaciones así no se repitan.