Las revelaciones recientes de diferentes chats del teléfono de Luis Hermosilla han desatado una tormenta política sin precedentes. La conversación más polémica, entre Hermosilla y el exfiscal Manuel Guerra, no solo incluye groserías dirigidas a figuras de la derecha, sino que también muestra cómo Guerra presuntamente filtraba información sensible sobre investigaciones en curso al abogado controversiale.

Este escándalo, conocido como el 'Caso Hermosilla' o 'Caso Audio', expone vínculos alarmantes con el financiamiento irregular de la política en Chile. En los mensajes, Guerra manifestaba su intención de frenar las indagaciones a cargo del Ministerio Público, apuntando directamente a la renuncia de los fiscales adjuntos Carlos Gajardo y Pablo Norambuena, quienes estaban a cargo de la investigación.

Las conversaciones mencionan una estructura que buscaba proteger a personas vinculadas al escándalo -en particular al senador Iván Moreira (UDI)- sugiriendo un pacto para evitar que llegara a juicio oral. Los ecos de estas afirmaciones ya han cobrado vida: Gajardo y Norambuena efectivamente presentaron sus renuncias y Moreira solo pagó una multa de $35 millones, eludiendo inhabilidades.

En respuesta a estos nuevos antecedentes, los abogados querellantes en casos emblemáticos como Penta, SQM y Cascadas decidieron actuar, y se espera que la primera querella contra Manuel Guerra sea presentada en las próximas horas. La acción legal se fundamenta en delitos de violación de secreto, prevaricación y cohecho, encabezada por relevantes figuras como María Inés Horvitz y Mauricio Daza.

El exfiscal Gajardo destacó la gravedad de estos descubrimientos, apelando a que se realice una investigación exhaustiva sobre el tema. Mientras tanto, Mario Carrera, fiscal regional de Arica y Parinacota, está revisando más de 2,000 páginas de chats que podrían cambiar por completo el rumbo de la justicia en Chile.

Por otro lado, la ministra vocera Camila Vallejo expresó que el Gobierno está tomando acción y advierte que el Consejo de Defensa del Estado actuará cuando sea necesario.

Las repercusiones de estas conversaciones han dejado a la derecha en un estado de alerta, con menciones explosivas a figuras como Camila Mérino, alcaldesa de Vitacura, quien fue objeto de comentarios denigrantes en los chats. Mérino ya está considerando llevar a cabo acciones legales debido a la gravedad de las acusaciones.

También han surgido comentarios de Evelyn Matthei, alcaldesa de Providencia, a quien Hermosilla y Guerra se refirieron de forma inapropiada, comentando incluso sobre su persona de manera vulgar. A pesar de haber trabajado juntos en el pasado, estos comentarios han puesto en jaque su carrera política.

La UDI, por su parte, ha salido en defensa de Matthei, denunciando que estos ataques son parte de una estrategia de la izquierda para frenar su candidatura presidencial. Mientras algunos miembros del partido son más reservados, otros, como el senador Manuel José Ossandón, han criticado abiertamente los acontecimientos, refiriéndose a una posible manipulación de las instituciones en el pasado.

Ossandón, quien también enfrentó investigaciones por tráfico de influencias, ha prometido presentar una nueva denuncia ante el Ministerio Público, señalando que es fundamental que los delitos se investiguen a fondo. De esta manera, este escándalo promete dejar una huella indeleble en el panorama político chileno.