¡Escándalo en Perú! FAME compra blindados surcoreanos rechazados por el Ejército: ¿Un acuerdo sin transparencia?
2024-12-05
Autor: Isidora
Introducción
La Fábrica de Armas y Municiones del Ejército (FAME) de Perú ha firmado un polémico contrato por un valor de 60 millones de dólares con la surcoreana STX Corporation para el suministro de 30 vehículos blindados K808, fabricados por Hyundai Rotem. Lo sorprendente es que este modelo había sido previamente rechazado en 2023 por su alto costo y otras consideraciones, según un informe del diario La República.
Descalificación del K808
El K808 fue descalificado en un proceso de selección realizado por la Comisión de Estudio Técnico Operacional del Ejército (CETO) el año pasado, dado que el precio de cada unidad alcanzaba los dos millones de dólares. Este mismo valor ahora figura en el reciente acuerdo, lo que ha llevado a cuestionar la transparencia y las decisiones tomadas en torno a esta compra.
El costo final y la responsabilidad estatal
El costo final que FAME cobrará al Ejército por cada blindado sigue siendo un misterio, ya que, siendo una entidad estatal, tiene la responsabilidad de generar ganancias que se reinviertan en la producción de armas en el país. Esto significa que el Estado podría estar adquiriendo uno de los vehículos blindados más costosos del mercado, a pesar de haber sido descartado previamente por consideraciones económicas.
Alternativas más asequibles
Además, en el proceso de selección de 2023, bajo la dirección del comandante general del Ejército, David Ojeda, se evaluaron ofertas de nueve empresas extranjeras. Cuatro de ellas ofrecieron opciones más asequibles: el Lazar III de Yugoimport (Serbia), el Pandur II de Excalibur (República Checa), el KTO Rosomak de PGZ (Polonia) y el Terrex I de ST Engineering (Singapur). Todas estas alternativas eran más económicas que el modelo final elegido, el ARMA de la compañía turca Otokar, cuyo precio superó el presupuesto destinado.
Delegación de responsabilidades
Sin embargo, para eludir los procesos de selección y evaluación de proveedores, el Ejército decidió delegar a FAME la responsabilidad de las adquisiciones. Este movimiento, bajo el mando del general de división EP César Briceño, ha sido catalogado por algunos como una simulación de un estudio de mercado, que culminó en la adjudicación del contrato a STX y Hyundai Rotem.
Acuerdo adicional y control interno
El 20 de mayo, FAME también formalizó un acuerdo con STX Corporation y Hyundai Rotem para establecer una planta de producción de vehículos militares en Perú, ignorando el estudio técnico realizado previamente por la CETO. La estrategia del Ejército, según el mismo informe, también incluyó el control de la ACFFAA para evitar cualquier tipo de fiscalización.
Conclusiones
Este giro de los acontecimientos lanza interrogantes sobre la transparencia en las adquisiciones del Ejército peruano y la responsabilidad frente a los contribuyentes. Con la situación actual y la oposición al gasto excesivo en defensa, muchos se preguntan: ¿hay gato encerrado en este contrato?