El caso entre Deportes Concepción y Melipilla continúa generando controversia en el Tribunal de Disciplina, donde la resolución aún está pendiente. Clubes de fútbol suelen enfrentarse por diversos temas, y este caso no es la excepción, con acusaciones de deudas que pueden cambiar el rumbo del torneo.

El equipo de Deportes Concepción ha señalado que los 'Potros' de Melipilla tienen cotizaciones impagas a sus jugadores. Esta acusación busca no solo visibilizar la situación, sino también abrir la puerta a una posible resta de puntos, lo que podría allanar el camino para que Deportes Concepción ascienda a Primera B como campeones de la Segunda División en 2024.

Recientemente, en las redes sociales circuló información que vincula a la empresa FactorOne, cuyo dueño es Felipe Muñoz, con una deuda de Melipilla por un total de 44 millones de pesos, a ser pagaderos en cuatro cuotas de 12 millones. Esta noticia desató una ola de especulaciones sobre la situación financiera del club.

Sin embargo, Felipe Muñoz, quien también es controlador de Rangers de Talca, ha desmentido categóricamente dichas afirmaciones. En una entrevista con BBCL, aclaró: “Melipilla a FactorOne no le debe plata. Me han estado preguntando de varios lados. Me dicen que una empresa relacionada a los dueños anteriores factorizó en una oficina una factura por una instalación de pasto sintético.”

Muñoz añadió que no tiene los detalles exactos de la factura, pero confirmó que el cliente de Melipilla había tenido demoras en el pago por la instalación de dicho pasto y que ese pago ya se había saldado hace bastante tiempo.

Sin embargo, la respuesta de Deportes Concepción no se hizo esperar. Diego Livingstone, presidente del club, expresó sus dudas sobre la situación económica de Melipilla: “Hoy de Deportes Melipilla me puedo esperar cualquier cosa, la verdad. Le deben plata a todo el mundo, aparte de no pagar las obligaciones laborales de sus trabajadores.”

Livingstone también mencionó que Melipilla cuenta con cheques protestados y una creciente deuda con la tesorería, la cual ha sido acumulada desde 2022. Además, advirtió que la garantía del 2024 está embargada, lo que crea un panorama aún más sombrío para el club.

“Aquí cualquier cosa es esperable y dudo que esa deuda que aparece se haya cancelado”, concluyó Livingstone, aumentando las dudas sobre la sostenibilidad económica del club.

Mientras la controversia se desarrolla, los aficionados siguen a la expectativa, y la resolución de este conflicto podría tener un impacto significativo no solo en los equipos involucrados, sino también en el futuro del fútbol profesional chileno.