El recién nombrado ministro de Bienes Nacionales, Francisco Figueroa, se ha convertido en el centro de atención tras la fallida compra de la casa del expresidente Salvador Allende, un asunto que llevó a la renuncia de su predecesora, Marcela Sandoval.

El Estado chileno tenía la intención de adquirir esta emblemática propiedad para transformarla en un museo dedicado a la memoria de Allende, pero el proceso se vio paralizado por controversias legales sobre su constitucionalidad. Esta controversia surge, en parte, porque la ministra de Defensa, Maya Fernández, heredera del inmueble, no fue consultada adecuadamente. La residencia, situada en Guardia Vieja, es conocida como la 'Moneda Chica', lugar donde la Unidad Popular celebró numerosas reuniones en los años 70.

Desde el gobierno se reconocieron errores en el proceso de compra y "responsabilidades políticas", lo que derivó en la renuncia de Sandoval y en la asunción de Figueroa como nuevo titular. En su primera entrevista en Tele13 Radio, el ministro, que lleva solo cinco días en el cargo, analizó la situación y reafirmó su compromiso de esclarecer los errores cometidos durante este proceso.

"Cuando asumí mi cargo, solicité informes sobre lo acontecido y ordené la apertura de un procedimiento disciplinario para investigar a fondo donde se cometieron errores", declaró Figueroa, quien insistió en que "esto nunca debió salir del Ministerio de Bienes Nacionales". Su firme posición refleja la importancia de esta cuestión en el contexto político actual.

Además, Figueroa mencionó que, aunque el proceso de compra se detuvo a tiempo, pudo haberse evitado antes. "Se cometieron desprolijidades, y a través de esta investigación espero entender los fallos para que no se repitan en el futuro", añadió.

En su discurso, también se disculpó por comentarios anteriores que había hecho en su juventud sobre figuras políticas de la Concertación, reconociendo que su tono había sido equivocado. "Al mirar hacia atrás, me doy cuenta de que algunas expresiones no fueron las más adecuadas y que es importante cuidar cómo se formulan las críticas", reflexionó.

Respecto a su relación con el gobierno actual, Figueroa expresó su plena confianza en el Presidente Gabriel Boric y en el trabajo conjunto que realiza el Ejecutivo. "Estoy convencido de que las diferencias entre sectores políticos son parte de una discusión saludable para la democracia chilena. Lo esencial es trabajar en lo que nos une, buscando soluciones efectivas para los desafíos que enfrenta nuestro país", concluyó.

La solicitud de esclarecer los procesos dentro del ministerio refleja el compromiso que Figueroa tiene no solo hacia su cargo, sino también hacia la memoria histórica de Allende, un símbolo vital para muchos chilenos. Mientras tanto, la situación sigue desatando debate y cuestionamientos sobre la gestión pública en Chile y su relación con la memoria histórica del país.