Este domingo, la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) hizo un anuncio emocionante al proponer al diputado Jaime Mulet como su candidato presidencial para las elecciones de 2025.

La decisión fue tomada durante una reunión importante que contó con la participación activa de mujeres del partido, incluidos miembros de la mesa directiva. En un comunicado, se destacó que "el respaldo a Jaime Mulet fue uno de los acuerdos centrales del encuentro, enfatizando su trayectoria parlamentaria y su compromiso con políticas que promueven la equidad y el desarrollo regional".

La vicepresidenta del FRVS, Mónica Sánchez, subrayó las cualidades de Mulet, afirmando que se perfila como la mejor opción del partido para los comicios venideros. "Las mujeres hemos decidido apoyar al diputado Jaime Mulet como candidato presidencial 2025 porque es la persona que reúne las mejores características para representar a nuestro movimiento", declaró entusiasta.

Mientras tanto, el escenario político se calienta, ya que el Frente Amplio (FA) ha hecho un llamado a realizar primarias para llevar un único candidato que integre a todo el “progresismo”. Esta invitación surge en respuesta a las candidaturas de Vlado Mirosevic, del Partido Liberal, y del propio Mulet. El senador Juan Ignacio Latorre anunció que el FA "ha decidido levantar una candidatura presidencial para una primaria de todo el progresismo" y expresó su intención de "llegar a la primera vuelta presidencial con un programa común unitario y una lista parlamentaria unitaria".

Además, en un giro inesperado de los acontecimientos, la Democracia Cristiana (DC) descartó la idea de participar en una lista única oficialista y señaló su intención de competir en primarias junto a los partidos del Socialismo Democrático y el FRVS. Esto sugiere que las elecciones del próximo año serán más competitivas y fragmentadas que nunca.

Con la figura de Jaime Mulet emergiendo como un potencial candidato presidencial, estamos a las puertas de ver cómo se desarrolla esta dinámica política en los meses venideros. ¿Logrará Mulet consolidar su posición y convertirse en la cara del progreso en Chile?