Alejandro Arcos Catalán, el alcalde de la ciudad mexicana de Chilpancingo, fue encontrado decapitado el domingo pasado. Lo alarmante es que no había solicitado protección y se encontraba solo al momento de ser atacado, lo que ha desatado un gran revuelo en el país.

El ministro de Seguridad de México, Omar García Harfuch, confirmó que el político de 43 años no pidió escoltas ni ningún tipo de resguardo cuando se dirigía a una reunión prevista.

"Él no contaba con protección de la Guardia Nacional, pero tampoco lo había solicitado", aseveró Harfuch, según Europa Press. En el trágico suceso, Arcos salió de Chilpancingo en su camioneta, sin escorts ni chofer, una decisión que podría haber costado su vida.

El secretario de Estado detalló que se perdió comunicación con el alcalde en algún punto antes de su cita. "Horas más tarde se encuentra el hallazgo", añadió. Las autoridades han esclarecido que la investigación ahora está bajo la responsabilidad de la Fiscalía del estado de Guerrero, mientras el Gobierno Federal ha decidido poner a disposición todos los recursos necesarios para resolver el crimen.

A raíz de este desenlace trágico, otros alcaldes de Guerrero y Guanajuato están pidiendo protección, evidenciando la creciente preocupación por la seguridad en la región. Es importante señalar que solo tres días antes, el secretario general del ayuntamiento de Chilpancingo, Francisco Tapia, fue asesinado, elevando el nivel de alarma entre los funcionarios locales.

Las escenas del crimen han sido escalofriantes: medios locales como El Universal reportan que la cabeza de Arcos fue hallada sobre una camioneta en la colonia Villas del Roble, en el oriente de la capital guerrerense.

Alejandro Moreno, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), partido al que pertenecía Arcos, expresó su consternación en redes sociales: "Han asesinado a nuestro alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, y hace apenas tres días al secretario de este mismo Ayuntamiento, Francisco Tapia. Llevaban menos de una semana en el cargo.”

La violencia criminal en Guerrero ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos años, con constantes enfrentamientos entre grupos del crimen organizado por el control territorial, lo que incluye el tráfico de drogas y extorsiones. Este evento pone en evidencia la urgencia de tomar medidas efectivas y urgentes para garantizar la seguridad de los funcionarios públicos y la población en general en esta peligrosa región de México.