Este martes, al menos 43 personas fueron detenidas en Turquía por proferir "viles insultos" contra el presidente islamista Recep Tayyip Erdogan y su familia durante una masiva protesta en defensa del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, arrestado recientemente por acusaciones de corrupción.

Según informes del ministro del Interior, Ali Yerlikaya, más de 1.133 manifestantes fueron apresados entre el miércoles y el domingo, lo que pone de manifiesto la tensión que vive el país.

Ekrem Imamoglu, alcalde de Estambul desde 2019, fue detenido el miércoles pasado y luego enviado a prisión preventiva el domingo bajo sospechas de dirigir una organización criminal, así como de aceptar sobornos y manipulación de licitaciones. Estas acusaciones han sido categóricamente negadas por él, quien ha instado a sus seguidores a mantener la calma y evitar insultos hacia los políticos durante las protestas.

Aunque Turquía no celebrará nuevas elecciones hasta 2028, se rumorea que Erdogan podría convocar elecciones anticipadas debido a la creciente presión social y política. Muchos analistas sugieren que esta situación podría ser un intento de Erdogan de consolidar su poder ante una situación cada vez más crítica.

Además de Imamoglu, otras 47 personas han sido arrestadas, incluyendo un asesor cercano y dos alcaldes de distrito. Por otro lado, 44 sospechosos vinculados a un caso de corrupción en la municipalidad metropolitana de Estambul han sido liberados bajo control judicial.

La situación en Turquía sigue siendo delicada, y muchos ciudadanos se preguntan qué pasos dará Erdogan a continuación. ¿Estamos ante el inicio de un periodo de mayor represión política en el país? Las próximas semanas serán clave para entender la dirección que tomará esta crisis.