¡Impactante entrega! Amigo del presunto asesino se presenta ante Carabineros tras un violento homicidio en Lota
2024-12-08
Autor: Mateo
Este sábado por la tarde, un singular giro en un caso de homicidio se presentó cuando un amigo del presunto autor de un asesinato a balazos decidió entregarse a Carabineros en Lota, región del Bío Bío.
El trágico incidente tuvo lugar alrededor de las 14:30 horas en la carretera Fernando Maira, específicamente en la población Libertad, donde un joven de 26 años fue brutalmente acribillado. La víctima, Kevin Silva Ayala, encontró la muerte tras recibir cinco disparos en un ataque sorpresivo.
Según información obtenida, el infortunado joven había sufrido un desperfecto en su vehículo. Al detenerse para revisar el problema, un auto desconocido se acercó y comenzó a dispararle sin previo aviso. A pesar de ser trasladado de inmediato al Hospital de Lota, su estado crítico no permitió su salvación.
El giro inesperado de la historia ocurrió horas después, cuando alrededor de las 20:30 horas, un hombre se presentó en la Tercera Comisaría de Lota, afirmando ser el conductor del automóvil Hyundai que transportaba al autor del homicidio en el momento del ataque. Este individuo manifestó haber presenciado el violento acto, aunque alegó no conocer las intenciones de su amigo, quien estaba en el asiento del pasajero y fue quien disparó.
Este conductor, cuyo nombre no se ha revelado, ahora enfrenta un interrogatorio con la Policía de Investigaciones (PDI), mientras que la Brigada de Homicidios intensifica sus esfuerzos para localizar al autor material de este crimen atroz.
Además, se ha informado que el sujeto tiene antecedentes por tráfico de drogas y conducción en estado de ebriedad, aunque no posee causas legales vigentes en este momento. La comunidad se encuentra consternada, y las autoridades instan a cualquier persona que tenga información sobre el caso a acercarse y colaborar con la investigación.
Este impactante hecho ha generado un debate sobre la creciente violencia en la región, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿Estamos a salvo en nuestras propias calles?