Una operación policial sin precedentes tuvo lugar en la tranquila localidad rural de Colmo, en Quintero, región de Valparaíso, donde se incautaron casi 400 unidades de explosivos, específicamente de pentolita, junto con un cable destinado a su detonación.

Los explosivos fueron descubiertos ocultos entre arbustos, lejos de la línea del tren, y se encontraban perfectamente envueltos en material aislante, listos para ser utilizados en una eventual activación. Este descubrimiento ha generando gran alarma en la comunidad local, que ahora se pregunta quiénes están detrás de este arsenal y cuáles eran sus planes.

La intervención fue el resultado de una investigación que se ha prolongado durante aproximadamente un año y medio. El fiscal Maximiliano Krause de la Unidad Regional de Análisis Criminal y Focos Investigativos, explicó que la información recopilada a través de perfilamientos y análisis permitió identificar que estos explosivos habían sido depositados en diferentes ubicaciones rurales por individuos aún no identificados.

El subprefecto Julio Maspero, de la Brigada Investigadora de Robos de Valparaíso, también subrayó que las evidencias iniciales sugieren que estos materiales estaban destinados a ser utilizados en actividades delictivas, potencialmente conectadas a delitos violentos que han sacudido la zona en los últimos meses.

Las autoridades ahora están centrando sus esfuerzos en rastrear la procedencia de estos explosivos, con el objetivo de establecer responsabilidades y desarticular cualquier posible red criminal que opere en la región.

Este descubrimiento no solo pone en alerta a la comunidad de Quintero, sino que también destaca la creciente preocupación por la proliferación de armamento y sustancias peligrosas en Chile. Mientras tanto, los investigadores intensifican sus esfuerzos, sabiendo que cada segundo cuenta para lograr restablecer la seguridad en la región.