Kai Cenat, uno de los streamers más populares de Estados Unidos, estuvo involucrado en un suceso estremecedor que ha dejado a sus seguidores en estado de shock. Este joven, conocido por viralizar pruebas audaces con diversas celebridades, organizó una transmisión especial el pasado lunes con el ilusionista Mayor Max, pero lo que debía ser un divertido reto se tornó en una pesadilla.

En esta ocasión, Cenat llevó a Mayor Max fuera de su hogar, donde montaron una peligrosa estructura con dos cuerdas de ahorcado. El desafío consistía en que Max se colocara una de las sogas en el cuello mientras Cenat debía decidir entre dos palancas: una de ellas podría llevar al ilusionista a una situación de riesgo mortal.

Durante la transmisión, la tensión aumentó cuando después de que Cenat tirara de una de las cuerdas, todos los presentes se dieron cuenta de que Mayor Max realmente estaba en peligro. La seguridad de inmediato saltó a la acción, pero los minutos se sintieron eternos.

Para sorpresa de todos, Mayor Max se recuperó y proclamó que todo había sido parte de una elaborada broma. "Todo era parte de mi plan", exclamó entre risas, tratando de restarle dramatismo a la situación. Sin embargo, esta reacción no cayó bien en Kai, quien, visiblemente afectado, decidió retirarse del lugar.

Poco después del incidente, Cenat publicó un video disculpándose con su audiencia, revelando que puso fin a su colaboración con el ilusionista. "Lo que pasó fue inapropiado y no puedo quedarme en silencio ante algo así", enfatizó el influencer, enfrentando la crítica pública por haber permitido que se desarrollara tal situación.

Las autoridades, según informaciones de Fox News, decidieron no tomar acciones legales, pero señalaron que el evento fue considerado "grave". Este hecho eleva una conversación muy necesaria sobre los límites de la diversión en las plataformas de streaming y el impacto que tienen estas dinámicas en la salud mental de los involucrados.

Sin duda, la transmisión ha generado un fuerte eco en las redes sociales, con seguidores divididos entre la indignación y el morbo por lo sucedido. ¿Es este el fin de los retos extremos en streaming? Las opiniones varían, pero una cosa es clara: la línea entre entretenimiento y peligro es cada vez más tenue.