Después de más de 24 años de operatividad, la NASA ha tomado la sorprendete decisión de desmantelar la Estación Espacial Internacional (ISS). Este extraordinario laboratorio en el espacio fue lanzado por primera vez en 1998 como resultado de la colaboración entre diversas agencias espaciales del mundo, incluyendo Roscosmos (Rusia), ESA (Europa), JAXA (Japón) y CSA (Canadá).

Sorprendentemente, aunque la ISS sigue siendo la estación espacial más grande de la historia, su vida útil está llegando a su fin y se espera que deje de funcionar en 2030. Para llevar a cabo esta desafiante tarea, la NASA ha recurrido a SpaceX, la innovadora compañía de Elon Musk, para que desarrolle un vehículo capaz de realizar esta misión segura.

El costo de este ambicioso proyecto será de 843 millones de dólares, una cifra que equivale a más de 850 mil millones de pesos argentinos. Durante el desmantelamiento, SpaceX deberá garantizar que la destrucción de la ISS no represente un riesgo para las poblaciones en la Tierra, lo que hace que la planificación se torne aún más crucial.

Ken Bowersox, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales de la NASA, subrayó la importancia de elegir un vehículo estadounidense para la desorbitación, resaltando que esto ayudará a asegurar una transición segura en la órbita terrestre baja una vez finalizadas las operaciones de la estación.

Aunque SpaceX se encargará de la construcción del vehículo, es esencial que la NASA conserve el control total sobre la misión. Una vez que la ISS sea trasladada a un punto seguro para su destrucción, se desintegrará en la atmósfera, un espectáculo que será visible desde varios lugares de nuestro planeta.

¿Qué es la Estación Espacial Internacional?

La ISS es un laboratorio único que opera bajo condiciones de microgravedad, donde participan cinco agencias espaciales: NASA, Roscosmos, ESA, JAXA y CSA. Durante su tiempo de operación, científicos de todo el mundo han llevado a cabo investigaciones abarcando desde astronomía hasta meteorología y física. Desde su primera misión con el cohete Soyuz en el 2000, ha contado con una presencia constante de astronautas en el espacio.

No se puede negar que la ISS es uno de los logros más significativos de la humanidad. Sin embargo, su desmantelamiento no solo es necesario, sino urgente. La revista Astronomy informa que los elevados costos de operación y los daños recientes detectados, como grietas en su estructura, indican que pronto será fundamental finalizar su funcionamiento.

Este es un momento crucial para la exploración espacial y la seguridad internacional, y sus repercusiones se sentirán en los años venideros.