Uno de los capítulos más desgarradores en la vida de Cecilia Bolocco ocurrió en 2018, cuando su hijo Máximo fue diagnosticado con un devastador tumor cerebral. Este trágico acontecimiento marcó un antes y un después en la vida de la famosa animadora y ex Miss Universo.

Cecilia se comprometió en cuerpo y alma a asegurar que su hijo recibiera el tratamiento más avanzado y efectivo. A pesar de las sombrías proyecciones iniciales ofrecidas por los médicos, su determinación fue inquebrantable.

Máximo tuvo la fortuna de someterse a un innovador tratamiento de radioterapia con protones en el Hospital St. Jude en Memphis, Estados Unidos. Este tratamiento no solo fue exitoso, sino que también permitió que Máximo saliera adelante sin secuelas, un desenlace que muchos médicos consideraron un verdadero milagro.

A seis años de haber superado aquel oscuro periodo, Cecilia decidió reflexionar sobre su experiencia y compartirla públicamente. En este contexto, fundó la Fundación Care, un proyecto que busca acercar la tecnología de punta a Chile y crear un centro oncológico que beneficie a pacientes que, como Máximo, enfrentan diagnósticos similares.

Durante una conmovedora conversación con la revista Velvet, Bolocco recordó una de las más emotivas charlas que tuvo con su hijo durante su tratamiento en la unidad de cuidados intensivos. "Le dije: ‘Mi amor, esto no es un porqué, es un para qué…’ Sabía que teníamos que aprender algo de esta experiencia", compartió con profunda emoción.

Destacó la importancia de transformar su dolor en servicio a otros, enfatizando en las dificultades que enfrentan los pacientes y sus familias en un entorno donde el miedo y la incertidumbre son constantes. Cecilia comentó que el actual sistema de salud en Chile, que a menudo recurre a tratamientos convencionales, podría haber dejado a su hijo con serias secuelas, en contraste con la tecnología de protones que le salvó la vida.

Cecilia también se mostró crítica ante la falta de acceso a tratamientos de alta calidad en muchos sectores del sur del hemisferio, abogando por alianzas estratégicas que permitan la democratización de la salud. "¡La salud no puede ser un bien de consumo! No debería importarle a nadie si naciste en el lugar equivocado en cuanto a acceder a la mejor tecnología", afirmó.

En medio de esto, Bolocco expresó su esperanza en que su Fundación logre cumplir con su misión. “He aprendido a no ser una víctima y a disfrutar cada instante con Máximo, a pesar de las adversidades. Hoy, tenerlo conmigo me da un impulso inquebrantable para seguir adelante con mi propósito”, reflexionó.

Cecilia también compartió su visión espiritual sobre la vida. Afirma que uno crea su propio destino y que la naturaleza de la vida está relacionada con la intención que uno le pone. "Si a tu hijo le dicen que le quedan dos años de vida, pero tú eliges llenarlos de amor y gratitud, quizás, solo quizás, logres cambiar ese trágico desenlace".

Tras este capítulo tan difícil, Cecilia Bolocco no solo se ha convertido en un símbolo de esperanza para muchos, sino que su historia puede inspirar a otros a encontrar luz en medio de la oscuridad. Su legado, materializado en la Fundación Care, refleja su compromiso inquebrantable por mejorar la calidad de vida de quienes atraviesan batallas similares.