Un reciente reportaje de Primer Plano ha revelado el sorprendente presente de Pilar Cox, reconocida animadora, actriz y modelo que brilló en las décadas de 1980 y 1990 en Chile. Hoy, esta emblemática figura se encuentra atendiendo un almacén en la comuna de El Bosque, en la región Metropolitana.

Considerada por muchos como una de las primeras "divas" de la televisión chilena, Pilar ha compartido cómo ha sido su vida luego de dejar las pantallas. En la actualidad, vive junto a una amiga de la infancia que le ofreció apoyo en un momento complicado. A cambio, Pilar colabora en el almacén, realizando diversas tareas domésticas y ayudando en el negocio de su amiga. "Yo me caigo y me paro", afirmó la ex rostro de Canal 13, reflejando su fuerza y resiliencia.

Es importante recordar que Pilar tuvo un contrato millonario con la televisión, pero se retiró tras un conflicto con el presentador Javier Miranda, lo que marcó el inicio de su alejamiento de la pantalla chilena. "Toda mi vida siempre ha sido improvisada. Nunca pensé que tendría contratos millonarios o que sería famosa", reflexionó.

Pilar no solo ha encontrado felicidad en su nueva vida, sino que también ha fortalecido su conexión con Dios y con sus hijos, algo que considera fundamental en su día a día. "Todo ha cambiado y este ambiente me ha hecho muy feliz", confesó.

La época dorada de Pilar Cox

En una nostálgica conversación con el panel del programa, Cox compartió que fue la presentadora mejor pagada durante la "época dorada" de la televisión chilena, pero reconoce que su tiempo de esplendor fue breve. "Fue poco tiempo en televisión y mucho tiempo de consecuencia", destacó.

A los 25 años, Pilar ganó lo suficiente para comprarse una casa y un auto al contado, asegurando una buena educación para sus hijos. Sin embargo, admitió nunca haber tenido la mentalidad del ahorro: "No sé ahorrar, yo tengo y gasto. No soy consumista ni materialista; soy dadora y no pienso en 'tengo que ahorrar para el futuro'".

Con la fuerza que la caracteriza, Pilar Cox demuestra que la vida puede dar giros inesperados, y que una vez que se cierra una puerta, se abren nuevas oportunidades. Su historia es un recordatorio de que el éxito no siempre está atado a la fama, sino también a las relaciones y la felicidad que se construyen en el camino.