El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) ha publicado nuevas e inquietantes fotografías del sospechoso buscado tras el asesinato del CEO de UnitedHealthCare, Brian Thompson, ocurrido el 4 de diciembre en el bullicioso centro de Manhattan.

En un esfuerzo por intensificar la investigación, el NYPD hizo un llamado a la colaboración del público, pidiendo cualquier información que pueda ayudar a acorralar al sospechoso. "Necesitamos que la comunidad se una a nosotros en la búsqueda de justicia", expresaron en su cuenta de X (anteriormente Twitter).

Las imágenes mostradas, reveladas el domingo, incluyen una captura de seguridad donde el individuo aparece en la parte trasera de un taxi, parcialmente cubierto con una mascarilla quirúrgica, un gorro negro y una capucha. Mirando directamente a la cámara, el sospechoso parece estar muy consciente de la vigilancia en su entorno. Otra imagen, tomada desde una ventana, lo muestra caminando por la calle, manteniendo la misma vestimenta.

Según el NYPD, después de cometer el crimen, el atacante huyó en bicicleta hacia Central Park. Posteriormente, abordó un taxi hacia una terminal de autobuses cercana al puente George Washington, donde se presume que tomó un autobús para escapar a otra parte del país. Este patrón cuidadosamente planeado indica que el crimen no fue un impulso, sino un acto premeditado.

Para incentivar a posibles testigos, se ha ofrecido una recompensa de 60.000 dólares a quienes brinden información que lleve a la captura del autor de este brutal asesinato, uno de los crímenes más impactantes en la ciudad en los últimos años. Además, el FBI se ha sumado a la búsqueda ofreciendo 50.000 dólares, mientras que el NYPD aporta 10.000 más, llegando a un total de 60.000 dólares en recompensas.

Aunque la policía no ha logrado identificar al asesino ni sus motivos hasta el momento, están seguros de que este ataque fue cuidadosamente planeado. De acuerdo con CBS News, se están revisando más de 200 grabaciones de cámaras de vigilancia que registran al sospechoso desde su llegada a Nueva York a fines de noviembre hasta el momento del ataque, lo que proporciona a los investigadores una línea de tiempo crucial de sus movimientos.

Recientemente, durante una segunda búsqueda en Central Park, se encontró una mochila que se cree pertenece al sospechoso, que podría contener evidencia clave sobre su identidad. Además, la policía ha estado analizando diversas evidencias, incluyendo una botella de agua y un vaso de Starbucks que estaban en la escena poco antes del tiroteo, buscando ADN que pueda ayudar a cerrar el cerco alrededor del atacante.

Más intrigante aún, se han descubierto casquillos de bala en el lugar del crimen, cada uno marcado con las misteriosas palabras: “deponer”, “denegar” y “demorar”, que se piensa podrían aludir a los términos frecuentemente utilizados por las compañías de seguros para evitar o minimizar los pagos a sus clientes.

En este tenso contexto, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, aseguró durante el fin de semana que “la red se está cerrando” para el agresor de Thompson, enfatizando la determinación de las autoridades para hacer justicia. Sin duda, el clamor por respuestas crece, mientras la ciudad aguarda noticias sobre la captura de este peligroso individuo.