Recientemente, una profesora desató una ola de comentarios en TikTok al compartir el inusual mensaje que un alumno le dejó durante una evaluación de química, convirtiendo su experiencia en un fenómeno viral.

La historia comienza cuando la profesora, conocida en la plataforma como @silcsir, estaba corrigiendo los exámenes de Química general y se topó con un papel que no tenía nada que ver con las respuestas. En lugar de fórmulas y reacciones químicas, encontró un divertido y creativo mensaje en el que el estudiante contaba la historia de ‘El pobre Gómez’, un relato que rápidamente cautivó a los internautas.

El alumno, apellidado Gómez, inició su carta con un saludo humorístico: “Hola, profe. Seguro está leyendo esto xd. Le quería contar la historia de ‘El pobre Gómez’”. En un tono gracioso y lleno de ironía, relató cómo su deseo de aprobar la materia se vio frustrado por la prueba individual que la profesora había decidido aplicar.

La narrativa se vuelve aún más hilarante cuando Gómez menciona su intento de depender de su amiga para obtener ayuda, pero las cosas no salieron como esperaba. “El pobre Gómez que anhelaba aprobar química se quedó desilusionado. Aunque podría haber hecho trampa, esa idea no le parecía adecuada. Así que, muy triste, se rindió”, escribía el alumno.

Sin embargo, la historia dio un giro inesperado. Gómez concluyó su mensaje con un toque de esperanza y determinación: “Llegó una luz que iluminó su corazón y su amor por la química... ¡Mentira! Así que decidió no rendirse y seguir adelante”. La carta terminaba con una súplica directa: “Profe, apruébame por favor”.

El video donde la profesora compartía esta carta no solo generó miles de vistas, sino que también provocó un aluvión de reacciones de otros usuarios, quienes disfrutaron del ingenio del alumno y su intento de utilizar el humor para salir adelante.

Este fenómeno ha abierto un debate en las redes sociales sobre la creatividad en la educación y la relación entre profesores y alumnos. Muchas personas se sintieron identificadas con la historia, recordando momentos similares en su propia trayectoria escolar. ¿Qué opinas? ¿Es posible que el humor y la sinceridad como la de Gómez puedan influir en la forma de evaluar en el aula? Sin duda, esta divertida historia nos recuerda que siempre hay espacio para la risa, incluso en los momentos más tensos de la vida académica.