Los vecinos y comerciantes del Barrio Poniente de Viña del Mar están enojados tras la reciente detención de Javier Álvarez, un conocido comerciante local, que actuó valientemente al reducir a un delincuente que asaltó una pastelería en la zona.

Antes de este incidente, Javier había frustrado otro intento de robo perpetrado por una pareja de antisociales en una cafetería cercana. "Vi a la locataria en problemas, me saludó de una manera que me alertó sobre el peligro y, juntos, logramos ahuyentar a los ladrones", contó Javier en una entrevista con T13.

Sin embargo, la situación se tornó peligrosa cuando se concretó el segundo robo. "De repente, los delincuentes salieron corriendo, uno hacia el mar y otro hacia la montaña. Comprendí que habían robado y corrí tras uno de ellos", explicó. Actualizando su relato, detalló: "Lo alcancé y lo detuve. Lo agarré por el cuello y mantuve una posición de control hasta que llegaron las autoridades".

La llegada de Carabineros fue rápida y se llevó al ladrón detenido, quien enfrentaba cargos por hurto. Pero lo inesperado ocurrió cuando Javier también fue arrestado.

El Capitán Francisco Carroza de la 1ra. Comisaría de Viña del Mar indicó: "Este detenido presentaba lesiones, por lo que el tribunal decidió que quien había sido agredido pasara a la unidad policial por el delito de lesiones". Esto dejó a muchos ciudadanos perplejos, preguntándose cómo puede ser que alguien que detiene a un criminal también sea tratado como un delincuente.

"Pasé toda la mañana en el calabozo, lo que provocó la pérdida de mi jornada laboral. Fue una experiencia sumamente complicada", confesó Javier, quien finalmente fue liberado.

Esta situación ha generado un debate en la ciudad sobre la justicia y la reacción de la policía en casos de defensa propia. Muchos vecinos están solicitando claridad en cómo actuar en situaciones similares, temiendo por las repercusiones de ayudar a combatir el delito.