Ciencia

¡Increíble descubrimiento! Un fósil gigantesco de 8 metros puede cambiar nuestra visión de la vida prehistórica

2025-04-06

Autor: Camila

El misterio del origen de la humanidad ha fascinado a científicos y amantes de la historia durante siglos. El Homo Sapiens, nuestro antepasado directo, data de hace aproximadamente 200,000 a 300,000 años. Sin embargo, esto es solo un parpadeo en la historia de un planeta que ha existido por cerca de 4.600 millones de años.

Hace aproximadamente 375 a 420 millones de años, durante el período Devónico, la Tierra era el hogar de una criatura extraordinaria: un organismo gigante que alcanzaba hasta 8 metros de altura y un diámetro considerable. Conocido como prototaxites, este fósil fue descrito por primera vez en 1843, cuando los expertos inicialmente pensaron que se trataba de una conífera. Sin embargo, investigaciones recientes han reactivado el debate sobre su verdadero origen.

Un nuevo estudio de la Universidad de Edimburgo, publicado en bioRXiv, revela que el prototaxites no era ni una planta ni un hongo, sino que pertenecería a un grupo desconocido de eucariotas extintos. Este hallazgo es revolucionario porque sus características químicas son significativamente diferentes a cualquier otra forma de vida conocida. A pesar de su similitud estructural con los hongos, los análisis químicos revelaron que carecen de quitina, el componente esencial de sus paredes celulares, y en su lugar, se encontró lignina, que se encuentra en ciertos árboles.

El descubrimiento plantea interrogantes sobre cómo era la vida en la Tierra durante el Devónico y sobre la historia evolutiva que no hemos comprendido completamente. Según los investigadores, "no podemos asignar a prototaxites a ningún linaje existente, lo que refuerza su singularidad". Esto indica que podrían haber existido formas de vida complejas que aún no entendemos completamente y que, posiblemente, no tengan descendientes en la actualidad.

Los fósiles de prototaxites se encontraron en la bahía de Gaspé, en Quebec, Canadá, donde John William Dawson los clasificó en su momento como restos de árboles en descomposición, denominándolos como la primera conífera. Este nuevo estudio echa por tierra esta suposición y sugiere que el fósil realmente representa una categoría completamente nueva de organismos que, hasta ahora, ha permanecido oculta en las páginas de la historia de la vida en la Tierra.

¡Este asombroso hallazgo no solo nos ofrece una nueva perspectiva sobre la biodiversidad prehistórica, sino que también abre la puerta a futuras investigaciones sobre los misteriosos capítulos que quedan por descubrir en la evolución de la vida!