El sorprendente chileno Sebastián "Ardilla" Álvarez ha vuelto a cautivar al mundo al romper tres récords mundiales en un solo salto con su traje de vuelo (wingsuit). Este impresionante atleta, conocido por sus hazañas extremas, desató una ola de admiración tras su epopeya en el aire.

Álvarez, ex piloto de la Fuerza Aérea de Chile, no es ajeno a los récords; previamente, realizó saltos desde el cráter del volcán Villarrica y del edificio más alto del mundo. Sin embargo, su último logro ha elevado la vara a un nuevo nivel, lanzándose a una altura que supera la mayoría de los vuelos comerciales, a 41,470 pies (más de 12 kilómetros) en Tennessee, Estados Unidos.

Después de más de siete años de rigurosos entrenamientos, Álvarez se preparó intensamente en los últimos meses para alcanzar este objetivo. En una entrevista con BioBioChile, destacó que, "los últimos meses fueron de full entrenamiento para poder lograr el objetivo". El trabajo físico fue fundamental, centrado en fortalecer los hombros, el tronco superior, abdominales, cuello y brazos, elementos cruciales para resistir el desafío de velocidades extremas durante el salto.

En ese histórico salto, "Ardilla" alcanzó la asombrosa velocidad de 550 kilómetros por hora, superando el récord anterior de 390 km/h en el uso de wingsuit. Pero eso no fue todo: también recorrió una distancia impresionante de 53,45 kilómetros, rompiendo el récord previo de 32 kilómetros y estableciendo una nueva marca en cuanto a tiempo de vuelo, alcanzando 11 minutos y 1 segundo.

"Todos los otros récords se hacían en un solo salto, pero la idea aquí era demostrar que se podía romper más de una marca en un solo salto, y logramos conseguir tres, y por lejos", comentó lleno de alegría el expiloto.

Álvarez, al ser consultado sobre cuál de los tres récords fue el más difícil, reveló que el de tiempo fue el mayor desafío, debido a las condiciones extremas del aire a esa altitud: "A esa altura no hay oxígeno, la temperatura es muy helada, a menos 70 grados Celsius. Si me fallaba el sistema de oxígeno, obviamente me iba a desmayar porque no tengo qué respirar".

Al momento de aterrizar, expresó su felicidad y orgullo: "Estaba súper contento, súper feliz de haber conseguido los tres récords. Para mí significó muchísimos, creo que es empujar el deporte hacia adelante". Sin duda, Sebastián "Ardilla" Álvarez ha llevado el wingsuit a nuevas alturas y ha demostrado que los límites de la humanidad pueden ser superados con determinación y valentía.