Por primera vez en la historia, se ha logrado una fusión entre el hidrógeno y la inteligencia artificial que promete revolucionar la industria. Este acontecimiento ha capturado la atención de expertos y entusiastas, similar al impacto del ‘proyecto Redwood’ de Tesla. En 2023, los centros de datos experimentaron transformaciones significativas, adaptándose a la creciente demanda de servicios digitales y adoptando innovaciones que priorizan la sostenibilidad.

Los centros de datos son claves en la era digital, albergando la tecnología de la información (TI) y garantizando la seguridad en el almacenamiento de datos. Desde instituciones bancarias hasta pequeñas empresas, todos dependen de estos servidores, que ahora se ven obligados a ofrecer más que simple almacenamiento. Deben construir infraestructuras robustas, seguras y confiables para afrontar la presión del tiempo actual.

La pionera fusión de hidrógeno e inteligencia artificial: un proyecto que los expertos no vieron venir

La innovadora startup ECL ha dado a conocer la construcción de un centro de datos modular y escalable que operará completamente fuera de la red eléctrica, utilizando hidrógeno como su fuente de energía. Este centro, llamado TerraSite-TX1, tendrá una capacidad asombrosa de 1 gigavatio (GW) y se ubicará en un terreno de más de 240 hectáreas al este de Houston, Texas. La firma Lambda será su inquilino inicial, y la primera fase está programada para ser entregada en verano de 2025, con un costo cercano a los 450 millones de dólares, ofreciendo 50 megavatios (MW) de capacidad para operadores de nubes y de IA.

El costo total para completar este ambicioso proyecto se estima en alrededor de 8.000 millones de dólares, financiado por ECL y sus socios. Este tipo de estructura no solo resulta pionera en términos de sostenibilidad, sino que también aborda la creciente preocupación sobre la huella de carbono generada por la industria de la inteligencia artificial. Según Gartner, se prevé que la IA consuma hasta el 3,5% de la electricidad mundial para 2030, lo que plantea serios desafíos medioambientales.

¡Un impacto que podría cambiar las reglas del juego!

TerraSite-TX1 ha sido diseñado para operar sin depender de la red eléctrica tradicional, utilizando tres tuberías de hidrógeno que aseguran el suministro continuo sin necesidad de transporte adicional de combustible. Esta estrategia minimiza la dependencia de recursos fósiles, marcando un cambio paradigmático en el sector.

El centro ECL-MV1, que fue lanzado anteriormente, ya ha demostrado que un modelo impulsado por hidrógeno puede ser eficiente, silencioso y sin emisiones, además de devolver agua a la comunidad. Estos esfuerzos refuerzan el compromiso de la empresa con la sostenibilidad.

La inauguración de TerraSite-TX1 representa un paso significativo hacia la mitigación de los impactos medioambientales provocados por las tecnologías emergentes, alineándose con las empresas que desean reducir su huella de carbono mientras maximizan su capacidad computacional. ¡El futuro se dibuja prometedor con esta revolucionaria innovación!