En un duelo electrizante, el Wolverhampton se llevó una victoria contundente contra un desorientado Manchester United, gracias a un espectacular gol olímpico del brasileño Matheus Cunha. Este resultado ha dejado al equipo dirigido por el técnico portugués Rubén Amorim en una situación crítica y lejos de la lucha por los puestos europeos.

Desde la llegada de Amorim, quien se destacó con el Sporting de Lisboa, las expectativas han sido altas, pero sus capacidades están siendo puestas a prueba, especialmente con la polémica ausencia de Marcus Rashford, quien no ha sido convocado por cuarto partido consecutivo. Las tensiones en el vestuario, especialmente con Fernandes, han comenzado a generar dudas sobre el futuro del entrenador en Old Trafford.

En sus últimos cuatro encuentros, el Manchester United ha sufrido tres duras derrotas, y la falta de reacción es alarmante. La efusividad tras la victoria en el derbi de Manchester contra el City parece haber desaparecido, dejando tras de sí un camino de desilusiones tras la derrota frente al Bournemouth y ahora con este golpe del Wolverhampton, que pelea decididamente por escapar de la zona de descenso.

Los Wolves fueron los que tomaron la iniciativa desde el principio, creando más oportunidades de gol. Aunque el United intentó despertar cuando estaba en desventaja, Amorim tuvo que recurrir a nombres como Casemiro, Christian Eriksen y Antony para alterar el rumbo del partido, pero sin el impacto esperado.

En la primera mitad, fue Andre Onana, el portero del United, quien evitó varias ocasiones peligrosas, mostrando destreza ante los ataques de jugadores como Jorgen Strand Larsen y Nelson Semedo. Sin embargo, la segunda mitad dio un giro inesperado cuando Bruno Fernandes recibió su segunda tarjeta amarilla en el primer minuto, dejando al United en inferioridad numérica y dando alas a los Wolves.

El gol decisivo llegó a la hora de partido, cuando Cunha ejecutó un saque de esquina que sorprendió a todos al colarse directamente en la portería. Este tanto no solo reafirmó su importancia en el equipo, sino que también evidenció la fragilidad del United en situaciones cruciales.

La tensión aumentó en los últimos 30 minutos del juego, ya que el United se lanzó al ataque en busca del empate, pero con poco éxito. Alejandro Garnacho, que ha visto reducido su protagonismo con la llegada de Amorim, tuvo una clara oportunidad para igualar el marcador, pero su cabezazo se fue desviado.

Finalmente, el Wolverhampton sentenció el encuentro en un rápido contraataque, culminado por el coreano Hwang Hee-Chan, quien recibió un pase exquisito de Matheus Cunha tras una pérdida de Garnacho, dejando al United atónito una vez más.

Con este resultado, el Manchester United cae al decimocuarto puesto de la liga, a siete puntos de la zona europea, mientras que el Wolverhampton se eleva al decimoséptimo lugar, un punto por encima de la zona de descenso. Las alarmas están sonando en Old Trafford y la presión sobre Rubén Amorim solo aumenta. ¡El futuro del equipo pende de un hilo!