Ciencia

¡Increíble Hallazgo! Un fósil de avispa revela un inédito método de reproducción en insectos

2025-03-31

Autor: Antonia

La paleontología de los insectos está en constante evolución, y cada descubrimiento no solo completa el rompecabezas de su historia evolutiva, sino que también plantea preguntas fascinantes sobre la diversidad morfológica y ecológica que alguna vez dominaron nuestro planeta. Cada nuevo hallazgo puede cambiar nuestra comprensión de estos antiguos seres.

Recientemente, investigadores encontraron un fósil de una avispa de hace aproximadamente 99 millones de años, conocida como Sirenobethylus charybdis, que habitó los ecosistemas del Cretácico medio. Este fósil, encontrado en ámbar en el norte de Myanmar, revela una morfología excepcional que recuerda a la trampa de la famosa planta carnívora, la Dionaea muscipula, también conocida como Venus atrapamoscas.

El estudio, liderado por Qiong Wu y publicado en BMC Biology, se basa en el análisis de 16 ejemplares de hembras de esta especie. El ámbar de Kachin, de donde provienen estos fósiles, ha ofrecido un vistazo extraordinario a la biodiversidad de insectos de esa era, aportando información crucial para la caracterización tanto de un nuevo género como de una nueva familia: Sirenobethylidae.

Los fósiles de S. charybdis presentan una disposición abdominal única, con tres estructuras tipo colgajo que son inéditas en el mundo de los insectos, tanto fósiles como actuales. Lo más sorprendente es que se ha observado que esta avispa podía usar este aparato de manera dinámica, contraria a lo que se pensaba inicialmente. Se han identificado músculos que permitirían un movimiento controlado, lo que sugiere que el insecto podría atraer y sostener a sus presas de manera precisa para la oviposición, en la que depositaba sus huevos en un huésped viviente.

Este nuevo método de captura podría ser un cambio radical respecto a las estrategias de otras avispas parasitoides, que suelen usar sus patas modificadas para atrapar a sus presas. S. charybdis, con su cuerpo más compacto y ojos más pequeños, probablemente empleaba una táctica de espera, utilizando su complejo aparato para inmovilizar temporalmente a su presa, sugiriendo un modo de parasitismo no letal, donde la presa no sería destruida durante el proceso.

El nombre de esta especie no es aleatorio; hace referencia a Caribdis, un monstruo de la mitología griega que devoraba y expulsaba agua del mar, comparando el gesto de su aparato abdominal con la trampa letal de la planta Venus atrapamoscas. Este descubrimiento no solo amplía nuestro entendimiento de la reproducción en los insectos, sino que también nos da una nueva perspectiva sobre cómo las adaptaciones morfológicas influyeron en la supervivencia y evolución de estas criaturas en un tiempo tan distante.

En resumen, el hallazgo de S. charybdis no solo ha añadido un eslabón fascinante a la cadena evolutiva de los insectos, sino que también ofrece una ventana a los adaptativos y complejos comportamientos que estas criaturas podrían haber desarrollado en su lucha por la supervivencia.