(EFE) – En un episodio sabatino reciente, el Papa Francisco causó un gran revuelo al calificar a los médicos que practican el aborto como 'sicarios' y el mismo aborto como 'un homicidio'. Estas declaraciones han generado una ola de críticas, particularmente de parte del Partido Demócrata, la principal fuerza de oposición en Italia, así como de diversas asociaciones médicas.

Los médicos, representados por el Colegio de Médicos de Turín, unieron sus voces para defender la legalidad del aborto, tal como se establece en la legislación italiana desde 1978. En una carta dirigida al ministro de Sanidad, Orazio Schillaci, y al ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, solicitaron al Gobierno que adopte una postura firme frente a las declaraciones del pontífice, que consideran 'una injerencia inaceptable'.

Son conscientes de que sus palabras estigmatizan a los profesionales de la salud que jamás deberían ser tildados de asesinos por cumplir con la ley. Elly Schlein, líder del Partido Demócrata, expresó su apoyo a los médicos, lamentando la escasez de instalaciones y la resistencia de algunos médicos a practicar abortos, subrayando que 'en Italia, el aborto sigue siendo un derecho que se niega en exceso por diversas razones'.

En otra muestra de solidaridad, el presidente del Colegio Médico de Florencia, Pietro Dandolo, enfatizó que los médicos siguen un estricto código ético y, aunque comprenden que existe diversidad de opiniones sobre esta compleja materia, considera 'injusto' que se les trate de manera despectiva.

Antonio Chiantera, presidente de la Asociación de Ginecólogos Hospitalarios italianos, comentó que la referencia a los médicos como 'sicarios' es dolorosa y cuestiona el respeto mutuo que debería existir entre el Vaticano y el estado italiano, dada su relación diplomática.

A pesar de que el aborto es legal en el país, las opiniones sobre este tema cargan un gran peso social en un contexto donde el catolicismo y la mentalidad conservadora prevalecen, afectando incluso a los profesionales de la salud, muchos de los cuales se sienten presionados a mantener sus creencias personales en lugar de actuar de acuerdo con la ley.

Importante destacar que un estudio reciente reveló que más del 60% de los ginecólogos en Italia se oponen a realizar abortos, lo que hace que el acceso a estos servicios sea cada vez más complicado para las mujeres que requieren este tipo de atención médica. Mientras el debate continúa, las voces de los médicos y políticos están llamadas a ser escuchadas en un tema que no solo afecta el ámbito medico, sino también las libertades y derechos de las mujeres en Italia.