Las predicciones sobre el fin del mundo han circulado a lo largo de la historia, pero cuando provienen de un físico de renombre como Javier Santaolalla, la gravedad del asunto se toma más en serio. Santaolalla es un destacado divulgador científico y doctor en Física de Partículas, conocido por sus contribuciones en el CERN, donde participó en la investigación del bosón de Higgs.

Recientemente, el físico estuvo en el popular podcast 'La fórmula del éxito', donde sorprendió al presentador, Uri Sabat, al hablar de la inminente caída de un meteorito en la Tierra. Según Santaolalla, hay una certeza alarmante: "Va a caer, cien por cien va a caer". Esta afirmación deja claro que no se trata de un problema de si sucederá, sino de cuándo ocurrirá.

Santaolalla explica que la Tierra está constantemente rodeada de rocas con trayectorias que podrían coincidir con la órbita terrestre. La probabilidad de que un meteorito impacte es real y urgente: "Estamos hablando de un fenómeno que ha ocurrido durante millones de años y seguirá ocurriendo", dice con convicción.

Concretamente, el físico menciona que meteoritos de tamaños menores pueden caer con más frecuencia. Por ejemplo, rocas de entre 50 y 100 metros poseen una probabilidad de impacto de una cada 200 años, lo que significa que es probable que suceda dentro de una vida humana. Sin embargo, la verdadera preocupación se centra en rocas de mayor tamaño. "Un meteorito de un kilómetro de diámetro podría causar una destrucción masiva", advierte.

Esta catástrofe podría compararse a la detonación de mil bombas atómicas de Hiroshima, y los efectos no terminarían en el impacto. Santaolalla señala que el polvo resultante del choque formaría una capa en la atmósfera, oscureciendo el sol y provocando descensos de temperatura de entre 10 a 15 grados en el planeta.

En un mundo donde la actividad de meteoritos y la exploración espacial se intensifican, Santaolalla insta a tomar estas advertencias en serio. Nuestros avances tecnológicos pueden ofrecer soluciones, pero la naturaleza siempre tendrá la última palabra. Entonces, ¿está nuestra civilización preparada para enfrentar esta amenaza del cielo? Estemos atentos, porque el futuro podría estar más cerca y ser más aterrador de lo que pensamos.