En un reciente artículo del prestigioso diario Boston Globe, se aborda la creciente migración de haitianos desde Chile hacia Massachusetts, Estados Unidos. Este fenómeno, que ha tomado fuerza en los últimos años, revela que la mayoría de estos inmigrantes no provienen directamente de Haití, sino de otros países latinoamericanos, siendo Chile uno de los destinos más significativos.

Los haitianos que llegan a EE.UU. han obtenido documentos chilenos, lo que les permite acceder a la Visa Waiver, un programa que facilita la entrada al país norteamericano. Sin embargo, este cambio masivo no es solo un reflejo de oportunidades, sino de una crisis que ha afectado tanto a Haití como a Chile. Paulina Núñez, senadora de Renovación Nacional, señaló que este proceso ha demostrado que Chile no estaba preparado para recibir a un flujo tan significativo de inmigrantes.

La pobreza extrema, la inestabilidad política y los desastres naturales que ha sufrido Haití, especialmente el devastador terremoto de 2010 que dejó más de 200.000 muertos, han forzado a muchos haitianos a buscar nuevas oportunidades en el extranjero. Chile parecía ser una tierra de promesas; sin embargo, en los últimos años, la situación ha cambiado drásticamente. Albergues colapsados y la gestión de la gobernadora Maura Healey han llevado a un escenario complicado para los inmigrantes, quienes ahora enfrentan la posibilidad de ser expulsados.

A nivel político en EE.UU., la situación se complica aún más con las políticas migratorias anunciadas por el presidente electo Donald Trump. Su promesa de deportaciones masivas y el cierre de la frontera sur han generado temores entre los haitianos, que ven en la Visa Waiver una puerta de escape que podría cerrarse. Además, en Chile, los recientes hechos delictivos cometidos por algunos ciudadanos chilenos han puesto en tela de juicio esta exención, lo que ha llevado a voces, como la del sheriff del condado de Oakland, a solicitar la reconsideración de dicho programa.

La historia de Clerzius, una inmigrante haitiana, es un reflejo claro de esta crisis. Llegó a Chile en 2014 con la esperanza de un mejor futuro, pero a medida que sus seres queridos partieron a EE.UU., ella se encontró sola en un país donde las oportunidades se desvanecieron. Mientras tanto, muchos en Chile opinan que es necesario regular la llegada de inmigrantes, un tema que ha generado debates apasionados entre políticos y defensores de los derechos humanos.

El racismo también juega su papel en esta historia. Los haitianos afirman que a menudo enfrentan discriminación en su nuevo hogar. Wilderlande, una niña haitiana, tuvo que lidiar con comentarios despectivos en la escuela, pero se niega a dejar que eso afecte su espíritu.

Sin embargo, hay comunidades religiosas en Chile que están trabajando arduamente para fomentar la integración y la aceptación. Recientemente, una parroquia en Quilicura organizó un servicio que congregó a chilenos, venezolanos y haitianos, celebrando la diversidad y promoviendo la unidad en tiempos difíciles.

La Visa Waiver se ha convertido en un tema candente, con voces alarmistas sobre su posible eliminación, lo que podría complicar aún más la situación para quienes buscan comenzar de nuevo en EE.UU. Luis Cordero, subsecretario del Interior, advirtió sobre las repercusiones de tal acción, sugiriendo que EE.UU. perdería un valioso aliado en términos de inteligencia y cooperación en investigación criminal.

Mientras los haitianos continúan su lucha por encontrar un mejor futuro, la comunidad internacional observa de cerca cómo se desarrollará esta crisis migratoria y qué acciones se tomarán para abordar los problemas subyacentes.