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¡La economía de Siria se hunde un 85% en medio de la guerra civil! ¿Qué le espera tras la caída de Al Asad?

2024-12-12

Autor: Isidora

El Producto Interno Bruto (PIB) de Siria se encontraba en U$67.500 millones en 2011, año en que estallaron las protestas contra el régimen de Bashar al Asad, desencadenando una de las guerras civiles más devastadoras del siglo XXI.

En 2011, Siria ocupaba el puesto 68 de 196 países en el ranking mundial del PIB, comparable a naciones como Paraguay y Eslovenia. Sin embargo, para el 2023, había caído al puesto 129, sufriendo una alarmante contracción del 85%, reduciéndose a solo 9 mil millones de dólares, de acuerdo con datos del Banco Mundial. Esta drasticidad la coloca en el mismo nivel que países como Chad y los territorios palestinos.

La economía siria se enfrenta a una devastación sin precedentes. Tras casi 14 años de conflicto, las sanciones internacionales y el éxodo de 4,82 millones de personas (casi una quinta parte de su población) han arrasado lo que ya era una de las naciones más empobrecidas de Oriente Medio. Más de 7 millones de sirios, aproximadamente el 30% de la población, son desplazados internos, conforme a la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).

Los efectos de la guerra han dejado cicatrices profundas en las infraestructuras del país, con daños permanentes en los sistemas de electricidad, transporte y sanidad. Ciudades como Alepo, Raqqa y Homs han sido destruidas en gran medida.

La libra siria ha experimentado una fuerte devaluación, llevando el poder adquisitivo de la población a un nivel crítico. En 2023, el país enfrentó hiperinflación, con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) duplicándose en comparación con el año anterior, según el Centro Sirio de Investigación Política (SCPR).

Más de la mitad de los sirios viven en pobreza extrema, incapaces de satisfacer sus necesidades alimenticias básicas. La guerra ha devastado los dos pilares de la economía siria: el petróleo y la agricultura. Aunque modestas en comparación con otros países de la región, las exportaciones de petróleo representaban alrededor del 25% de los ingresos del gobierno en 2010; y algo similar se observaba en la producción de alimentos.

El régimen de Al Asad ha perdido el control de la mayoría de los campos petroleros, siendo una de las grandes pérdidas que ha sufrido durante la guerra, especialmente ante grupos rebeldes, incluido el autoproclamado Estado Islámico (EI) y las fuerzas kurdas. Además, las sanciones internacionales han estrangulado las exportaciones, llevando la producción de petróleo a menos de 9 mil barriles diarios en las zonas controladas por el régimen el año pasado, lo que ha resultado en una gran dependencia de las importaciones de Irán.

Pero, ¿Cuánto tiempo tomará reconstruir la economía siria? Algunos expertos advierten que el país podría necesitar casi 10 años para alcanzar el PIB de 2011 y hasta dos décadas para recuperarse completamente. Las tensiones políticas continúan represando las posibilidades de un futuro mejor para Siria.

No obstante, antes de que pueda iniciarse la reconstrucción, es urgente tener claridad sobre la administración futura del país. Las sanciones internacionales siguen en pie, y la milicia islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que intenta formar un nuevo gobierno, está bajo estas restricciones, al ser catalogada como organización terrorista por EE.UU. y la ONU.

Los países occidentales y árabes temen que este grupo intente reemplazar el actual régimen con un gobierno islamista conservador. Aunque han surgido llamados para suavizar o levantar las sanciones, este proceso podría llevar un tiempo considerable. Sin estas reformas, los inversores evitarán el país y las agencias humanitarias podrían mostrarse reacias a ofrecer la asistencia necesaria a la población siria.

En cuanto al futuro inmediato, el líder de HTS, Mohamed al Jolani, se reunió recientemente con altos exfuncionarios de Al Asad para discutir acuerdos de “transferencia de poder”. Mientras tanto, un toque de queda se implementó en todo el país, cerrando la mayoría de los negocios y, en un intento de restablecer cierto orden, el Ministerio de Petróleo ha llamado a sus empleados a regresar a sus puestos de trabajo, prometiendo medidas de seguridad para garantizar su bienestar.

El panorama en Siria es desolador, y la incertidumbre sigue acechando a un país cuyo destino continúa pendiendo de un hilo.