Marcela Cubillos, actual candidata a la alcaldía de Las Condes, ha defendido su remuneración docente en la Universidad San Sebastián (USS), donde laboró durante un tiempo significativo después de dejar el gabinete de Sebastián Piñera. Su salario alcanzó en algunos casos los $17 millones brutos mensuales por una jornada de 22 horas semanales. Esta cifra ha suscitado controversia en medio de un contexto político donde las críticas hacia la educación y la gestión pública son cada vez más frecuentes.

Cubillos argumentó el pasado 24 de septiembre que no comprende la intención de la izquierda de cuestionar los salarios en una institución privada. Dijo: “Las evaluaciones de los alumnos siempre están en la facultad; la comunicación que se me hacía por parte de la dirección era por sobre el promedio positivo en evaluación docente”. Sin embargo, su situación se complica al señalar que, entre 2020 y 2024, vivió en España, donde su esposo, el exministro de Defensa Andrés Allamand, asumió un cargo importante en el ámbito internacional.

La Tercera accedió a los resultados de la evaluación realizada por sus alumnos durante el primer semestre de 2024 en la facultad de Derecho de la USS, específicamente en su cátedra ‘Instituciones Políticas’. Esta evaluación fue llevada a cabo entre el 13 de mayo y el 19 de junio, donde los estudiantes tuvieron que completar un cuestionario para poder acceder a sus notas. Un total de 33 alumnos evaluaron su desempeño.

Los resultados revelaron que un impresionante 93.9% de los estudiantes calificó como ‘buena’ la disposición de Cubillos para responder a sus preguntas, superando el promedio de la universidad que fue de 85.2%. Si bien ella logró calificaciones positivas en varios aspectos, no es la docente mejor evaluada de la institución. De hecho, ocupa el puesto 1.268 entre 2.540 docentes evaluados, lo que indica que si bien su desempeño fue por encima del promedio, aún existen áreas significativas para mejorar.

Cubillos respondió positivamente a preguntas clave sobre su método de enseñanza, como la conexión de los contenidos con situaciones del mundo real, donde tuvo una calificación del 93.9%. También destacó en la comunicación con los estudiantes y en el uso de estrategias pertinentes para el aprendizaje. Sin embargo, su puntuación más baja fue en cuanto a la retroalimentación, con un 84.8% calificándola como ‘buena’, pero aún por debajo de otros docentes.

A medida que las elecciones municipales se acercan y la figura de Cubillos sigue generando debates, es crucial observar cómo estos resultados afectarán su campaña en un Santiago que busca líderes capaces de gestionar los desafíos educacionales y sociales que enfrenta la ciudad. Esta situación no solo pone en relieve el rendimiento de Cubillos como educadora, sino también las expectativas que la sociedad tiene de sus futuros alcaldes y cómo su experiencia personal y profesional influye en esos estándares.