En un violento episodio de la creciente tensión en la región, al menos nueve personas han perdido la vida y 28 han resultaron heridas en recientes bombardeos israelíes en las aldeas de Barja y Maaysrah, según informes del Ministerio de Salud Pública de Líbano.

El primer ataque aéreo tuvo lugar en Barja, al norte de Sidón, a unos 38 kilómetros de Beirut, dejando un saldo inicial de cuatro muertos y catorce heridos. Las imágenes de la devastación han conmocionado a la comunidad internacional y reavivado temores de una escalada en el conflicto.

Por otro lado, en la aldea de Maaysrah, que se encuentra en el distrito de Keserwan, cinco personas más han sido reportadas muertas y otros catorce heridos a causa de los ataques. La magnitud de la crisis humanitaria es alarmante, y se teme que las cifras sigan aumentando en los próximos días.

El Ministerio de Salud libanés ha hecho un urgente llamado a la población para que se unan a esfuerzos de donación de sangre, con el objetivo de atender la creciente necesidad en los hospitales. "Hemos establecido un mecanismo claro junto a la Cruz Roja para garantizar que las unidades de sangre lleguen con la rapidez necesaria a los puntos críticos", declaró un portavoz del ministerio.

Estos ataques se producen en un contexto de agresiones continuas que han aumentado en las últimas semanas. Desde el 1 de octubre, la situación ha escalado con la incursión terrestre del Ejército israelí en el sur de Líbano y una intensificación de los bombardeos, que ya han dejado un saldo devastador de más de 2.000 muertos y 11.000 heridos en el país vecino.

La comunidad internacional observa con creciente preocupación esta situación, mientras las voces de alerta sobre el posible desbordamiento del conflicto siguen resonando. Con un alto riesgo de empeorar la crisis humanitaria, es crucial que se implementen medidas efectivas para proteger a los civiles y facilitar la ayuda necesaria en la región. ¡La paz parece más lejana que nunca!