La Universidad de Oviedo llora la pérdida de Pedro Riera, quien fue decano de la Facultad de Medicina durante siete años, hasta 2010, y miembro activo del equipo decanal por más de 15 años. Riera fue un pionero en advertir sobre la problemática futura que acarrearían los límites impuestos para el acceso a la carrera de Medicina, una situación que actualmente se ha convertido en una alarmante falta de médicos en España.

En sus últimas declaraciones, enfatizó la necesidad de no solamente evitar la creación de nuevas facultades de Medicina, sino también de mantener las plazas disponibles en torno a las 150, a pesar del creciente interés en la carrera. Su experiencia en histología lo colocó a la par de grandes figuras como Santiago Ramón y Cajal, cuyo retrato adornaba con orgullo su oficina. Riera se destacó no solo como un académico respetado, sino también como un profesor querido, conocido por su dedicación y su habilidad para hacer accesible la complicada terminología médica a través de un diccionario que coescribió junto al doctor Manuel Álvarez-Uría.

Pedro Riera falleció anoche en el Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA), donde se encontraba recibiendo tratamiento tras haber enfrentado problemas de salud en los últimos años, incluyendo complicaciones en sus caderas y un diagnóstico de cáncer de colon. Regresó a Asturias junto a su esposa, María Ángeles del Brío, también experta en histología, y sus hijos, Jordi y Marta, quienes han continuado con la tradición familiar en el ámbito médico.

El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, expresó su tristeza: "Es una gran pérdida para nuestra universidad. Tuve la suerte de conocer a Pedro durante su tiempo como decano; su legado es invaluable". Asimismo, el actual decano de Medicina, José Antonio Vega, quien fue alumno de Riera, destacó su excepcional capacidad como pedagogo, recordando cómo siempre encontraba tiempo adicional para enriquecer sus clases.

Riera era un apasionado de Asturias, aunque se trasladó a su Cataluña natal tras su jubilación, la cual tuvo lugar semanas antes de cumplir 70 años debido a problemas de movilidad. Sin embargo, el amor por su tierra lo trajo de vuelta a Asturias hace dos años para continuar su tratamiento en el HUCA.

La comunidad académica se reunirá para rendir homenaje a Pedro Riera el miércoles 11, a las cuatro de la tarde, en la iglesia parroquial del Corazón de María en Oviedo. La familia ha solicitado que se les respete en su duelo mientras velan su partida en el Tanatorio de los Arenales. La pérdida de Riera no solo deja un vacío en la facultad, sino que recuerda la importancia de abordar la crisis sanitaria que enfrenta el país.