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Mario Desbordes y la Seguridad en Santiago: ¿Puede Transformar la Ciudad?

2024-11-11

Autor: Emilia

Mario Desbordes ha presentado un plan ambicioso para mejorar la seguridad en Santiago, una comuna que enfrenta serios desafíos en cuanto a orden público y calidad de vida. A pesar de la controversia que rodea a este político, sus propuestas ofrecen una luz de esperanza para los residentes, que buscan un cambio significativo en el entorno urbano.

Desbordes destaca en su proyecto la importancia de abordar las incivilidades. En sus propias palabras: “Lo primero que hay que enfrentar son las incivilidades, dado que usted no va a derrotar el crimen si no enfrenta primero las incivilidades”. Esta estrategia de atacar la raíz del problema podría marcar la diferencia y ofrecer una solución duradera.

Dentro de sus propuestas, se encuentran iniciativas como la mejora de la limpieza y la iluminación de las calles, la pintada de muros, la instalación de cámaras de vigilancia, y el incremento del personal de seguridad municipal. Este enfoque está alineado con la famosa "Teoría de las Ventanas Rotas", que sostiene que el descuido en el entorno urbano puede llevar a un aumento de delitos graves. Al combatir las incivilidades, se busca restaurar la confianza y el compromiso de los ciudadanos hacia su comunidad.

La implementación de tecnologías avanzadas, como sistemas de vigilancia con inteligencia artificial y reconocimiento facial, también se menciona. Estas herramientas tienen el potencial de identificar y sancionar conductas incívicas, mejorando así la percepción de seguridad en los habitantes de Santiago.

Sin embargo, la política de "Tolerancia Cero" que Desbordes parece promover ha sido objeto de críticas en el pasado. Esta estrategia, que exige sancionar cualquier infracción, ha generado un debate sobre su efectividad y las consecuencias que puede acarrear, especialmente en comunidades vulnerables.

A lo largo de la historia reciente, los problemas sociales en Santiago se han intensificado, y el descontento entre los ciudadanos es palpable. Incidentes que reflejan este malestar han sido documentados, como la historia de un ciudadano en un autobús que se negó a mostrar su tarjeta BIP, desatando una ola de protestas por el deterioro del servicio público. Este tipo de situaciones revela que, detrás de las infracciones, existe un contexto de frustración y desconfianza hacia las instituciones.

El desafío para Desbordes radica no solo en recuperar espacios públicos y restablecer el orden, sino también en ganarse la confianza de una ciudadanía que ha sentido que sus voces han sido ignoradas. El exalcalde de Santiago, Felipe Alessandri, fue criticado por su falta de empatía y por no resolver problemas prioritarios de la comuna. En este sentido, la estrategia de Desbordes debe incluir una fuerte componente de diálogo y participación ciudadana.

Mientras se desarrollan las políticas de seguridad en Santiago, será esencial observar cómo se enfrenta a la crítica y se adapta a las realidades cambiantes de la comuna. La ambición de Desbordes puede ofrecer un enfoque renovador, pero su éxito dependerá de la capacidad de implementar cambios significativos y de crear un ambiente en el que los ciudadanos se sientan realmente escuchados y protegidos. La lucha por recuperar la seguridad y la calidad de vida en Santiago apenas comienza, y todas las miradas están puestas sobre cómo evoluciona esta nueva administración.